sábado, 17 de abril de 2010

RECREACIÓN LITERARIA (I)

Como bien sabéis, se ha abierto una tertulia o debate provocado —si así lo preferís—, partiendo de un cuento: EL ASCENSO, publicado en este blog.

A partir de ahí han surgido comentarios para todos los gustos. Unos versan sobre el tema y contenido de la historia expuesta; otros sobre la calidad de su estilo y estructura narrativa, de la credibilidad o la inverosimilitud del comportamiento de los personajes. Se han apuntado otros temas de discusión, no agotados. A continuación vamos a hablar sobre ellos.

1º) Se ha quedado en el tintero la conveniencia o no de criticar abiertamente los trabajos de nuestros blogs, con el ánimo de compartir nuevos conceptos y enriquecernos. Lógicamente, sin perder nunca el tono respetuoso y de amistad que debe presidir toda comunicación con el ánimo de ayudar y servir a la mejora común.

2º) Hablando de servicio, de utilidad, ¿para qué nos sirve la Literatura? ¿La exploramos en todas sus posibilidades o nos quedamos sólo con su aspecto lúdico, pragmático? Podemos considerarla como un elemento instigador de la mente o utilizarla, simplemente, como un juego que nos permita desarrollar nuestros anhelos, cambiar el disfraz de brega por el traje de los domingos o la naturalidad de un rostro ajado por el engaño del maquillaje.

Y como el Arte Literario es un abstracto muy concreto, sobre todo desde el punto de vista narrativo, que es el género más tratado en este blog, los personajes de EL ASCENSO se han declarado en rebeldía y han decidido quedarse en lo esencial.
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Sobre EL ASCENSO (Otra versión)

-Hola cariño. No te preocupes, tardaré en salir. Llegaré un poco tarde.

-Pero, Rebeca, ¡otra vez! ¿Qué pasa ahora?

-Nada, tranquilo. Sólo quiero saber qué hacen con El Ascenso.

-¿A tí qué más te da? ¡Que lo pongan donde la Miranda!

-No. Lo tienen en un taller de reparación. Parece que quieren arreglarlo.

-¿Arreglar eso? Lo que tienen que hacer es llevarlo al desguace directamente.

-Sí. Sería lo mejor. Ya te contaré cuando llegue.

127 comentarios:

Mari Carmen Azkona dijo...

“La fiereza y el poder son quebrantables”

Alex...Qué ganas tenía de que invitaras a nuevos personajes a nuestros encuentros.
Siempre te digo que tus cuentos son reales como la vida misma. Con este relato ocurre lo mismo excepto, y siento reconocerlo, el final. Has calcado a la perfección la vida laboral. El ansia de poder, a costa de cualquier cosa, de los mandos intermedios. Los conflictos entre los delegados sindicales y la patronal. Las amenazas, los sobornos...la revisión de compromisos por parte de los delegados.
Lo que no veo reflejado, por lo menos en mi realidad personal, es que sea fácil quebrar el poder. En mi realidad, Rebeca aceptaría el cambio de puesto y Mar Miranda seguiría escalando escalafones.

Alex gracias por el cuento de rabiosa actualidad y más en tiempos de crisis. Crisis tras la que se escudan los empresarios para negarse a negociar convenios, subidas saláriales...apelando a nuestra conciencia, cuando en época de bonanza no tuvieron conciencia para repartir los beneficios.

Gracias también por la frase con la que he comenzado mi comentario. Sabes que me gusta, como a ti, coleccionarlas y aunque la veo de difícil aplicación, mantener las puertas abiertas a la esperanza es imprescindible para caminar en la vida. La tendré cerca de mí cuando vea los noticiarios, cuando lea los periódicos, en el trabajo...Creo que la voy a desgastar un poco.

Un beso muy muy fuerte.

Alejandro Pérez García dijo...

Gracias, querida Mari Carmen, por estar ahí, pendiente de los desafueroS que comenten mis personajes. Tus palabras -a veces las únicas- son siempre alentadoras y, por ello, muy agradecidas. Lo sabes bien.

Sobre el cuento te diré que antes de hacerlo público, sus personajes sufrieron una metamorfosis: ellas fueron ellos, pero todo me pareció como muy normal, como algo demasiado corriente y común. Con el cambio he conseguido dos cosas, fiel a mis convicciones: 1ª) Que la injusticia (el acoso, aunque esté protagonizado por una mujer, lo es) sea decubierta y castigada como merece, y 2ª) que la mujer, tan valiente como Rebeca y capacita para todo como el hombre, triunfe donde tanto se la niega: en el mundo laboral. Estoy de acuerdo contigo, Mari Carmen, en que Rebeca habría actuado como dices, ya lo sé; pero eso sería como es la vida, tal cual, no como a mí gusta/gustaría que sea/fuese. Quizá en eso influye mucho que esté rodeado de mujeres y que quiera para ellas lo mejor, cuando lo mejor lo hacen bien, claro.

Por otra parte, decirte que me alegra que te haya gustado la frase “La fiereza y el poder son quebrantables”. Dí muchas vueltas. A lo peor no es una aseveración fácil de hacerse realidad, pero creo que a veces debemos comprometernos para que lo más difícil sea posible. Te puedo decir que eso (La fiereza y el poder son quebrantables) lo he visto hecho realidad en muchas ocasiones. Todo puede ser extrapolabre, pero piensa, por ejemplo, en un coto de caza, en la fiesta nacional y en los actores del circo político.

Mari Carmen, amiga, que ha sido un placer tenerte la primera otra vez y tan cerca como siempre.

Muchos besos

Alex

Valeriano Franco dijo...

Bueno, vamos a polemizar. Vamos a ver, querido Alex. Yo creo que te lo has "montado" muy ideal, muy de bueno, como tú e eres. El cuento avanza hacia algo que no esperas que ocurra en el acontecer normal de la vida real, por eso me gusta, como cuento, como pieza literaria. Pero el intríngulis delcambio y como ocurre, no me vale. Me vale en cuanto que deseas trastocar las cosas para que ocurra aquello que tú quieres que suceda, para que en una sociedad que es de una determinada manera se cambien los papeles y las cosas sean de otra forma. Pero terminar con eso de:” y fueron felices y comieron perdices…”. Y zarandear a su jefa después de eso que la Dirección la secunde incondicionalmente, y arrincone a la jefa, tampoco. Eso es, hoy por hoy, utópico. El cambio va por otro lado. Para mí, lo lógico habría sido que se hubiera ido al paro, cobrara una maja indemnización, luchara como sindicalista, peleara por ahí y como consecuencia de ello, pusieran a su jefa de patitas en la calle. Lo que ella hace es lo fácil, se pliega a la Dirección por ser sindicalista y luego recibe los favores a cambio. Pero así no va a cambiar nada de nada.
Como idea de que es lo que quieres que suceda en la sociedad con ese final feliz, OK, pero, ¿qué mensaje de cambio da el cuento, presentando algo imposible de ocurrir? Además, una persona que actúa con un jefe de la forma que actúa ella, tiene que madurar mucho y no entiendo cómo siendo una sindicalista ataca a su jefe de esa manera. ¿No sería más normal utilizar otras más sibilinas? ¡Y al final, que llegue a Directora de la Central ¡ ¿…?. Tiene que cambiar mucho y hasta de “bando”. Técnicamente el cuento es impecable, pero ese contenido yo lo analizaría más a fondo. De acuerdo, es un cuento y, creo yo, no da para verlo más detallado, pero deben existir muchas cosas detrás que no quedan aclaradas, o intuidas, para llegar a ese final. Quizás se pueda adivinar qué más ocurre entre párrafo y párrafo que ubicas en tiempo y lugar distinto, pero me falta saber algo más. ¿Qué le ocurre al personaje y a su entorno para cambiar tanto? ¿Ha tenido que renunciar a qué para llegar a ese final? Y ¿por qué? ¿Por qué un superior es arrinconado y desaparece y el subordinado crece y crece y es apoyado por la Dirección, siendo un sindicalista? En la vida real, eso no ocurre, no me cuadra. ¿Coherencia? Es utópico, no generalizable. Es un desideratum que todos suscribiríamos. El cambio, en mi opinión, no va por ahí. Ah, y al final llega a Jefa Mayor y autoriza a Pablo, su pareja la excedencia. Eso sí es real, ocurre, pero entonces, ¿ha cambiado algo? Y lo de colorín colorado… Polémico ¿eh? Pero con las sapiencias de tu saber hacer.
Un abrazo
Valeriano

Alicia dijo...

Alejandro, has descrito con la habilidad que te caracteriza, una situación y no de las peores que se están dando en estos momentos. Acaso al estar en tiempos de crisis nos resulte más impactante la situación. Sabemos que en el periodo actual, perder el trabajo puede suponer llegar a agotar el paro sin haber encontrado otro, ni siquiera de menor categoría y con menor sueldo.

Creo que el cuento tenía muchas posibilidades abiertas para poderse recrear en él.
Para empezar has dejado libre para el lector la posibilidad de imaginar cómo iba a contar Rebeca la decisión que había tomado. Ha sido muy ingenioso por tu parte no descubrirlo. También, cabía la posibilidad de parar unos momentos la lectura para intentar adivinar lo que podría acontecer en adelante y luego, tras la posterior lectura, contrastarlo. Ese momento preciso es justo en el antedespacho y tras el episodio de la escucha. Alejandro, creo que entre tu propuesta valiente y la propuesta sumisa que propone Mari Carmen podría haber un abanico de escenas, a cual más sorprendente. Por citar otra más, hubiese cabido la posibilidad de que Rebeca, sabedora del capricho de la directora, negociase con ella mantener el trabajo a cambio de quitarse del medio para dejarle camino libre… Alejandro lo de “decidir entre lo apetecible y lo conveniente” puede ser un dilema con varias soluciones.

En lo que respecta a haber elegido como protagonistas a mujeres creo que no altera en absoluto el fondo del relato. También te diré que estoy completamente de acuerdo en lo de la igualdad de oportunidades para ambos sexos en todos los terrenos incluido el laboral. En el ámbito que yo me muevo somos mayoritariamente mujeres y el equipo directivo lo formamos cinco féminas. Ya sabes se sigue manteniendo, al menos en porcentaje, la tradición de que la educación sea llevada a cabo por mujeres.

Por último comentaré el tema de la inconveniencia de que ambos miembros de una pareja trabajen en la misma empresa. Entiendo que el amor, pasión, rollete…puede encontrarse en el ámbito en el que nos movemos y por número de horas uno de ellos es el trabajo. Sin embargo pienso que, salvando loables excepciones que también las hay, en general una relación es más sana y libre si ambos no comparten el lugar de trabajo. Esto sé que llevaría a un largo debate por diversidad de opiniones y no es el caso.

Alejandro, ha sido un placer este rato de tertulia. Gracias por el cafecito y espero que te hayan resultado sabrosas las pastas de nata que he hecho.

Un abrazo.

Emilio Porta dijo...

Bueno, Alex, has vuelto al campo de batalla del escritor...después de haber tenido a tu amigo Port presidiendo tu espacio con el tema de su premio...Así que, ante tu nueva entrada, no puedo hacer un comentario cualquiera. Lo malo es que esta vez los compañeros/as me superan por la derecha...y por la izquierda...En cuánto pones algo se lanzan todos al ruedo. Eso se llama saber a quien escriben...de quién hablan...y de qué hablan. Empiezas con polémica. Eso está bien. Eso le hace al escritor y al crítico ponerse en medio del ruedo y decir...vamos a ver como salgo con bien, incluso del tercio de varas. Yo...no voy a entrar en el fondo más que para decir esto: siempre estás ahí, del lado del cambio por una vida mejor y más justa para todos...Este relato le gustará también a Nelken...es evidente que las chicas se han puesto en pie de guerra...No se, Valeriano, si es real o no...Es un relato...lo cierto es que yo he vivido situaciones parecidas de encararse al poder...y, eso sí, en la mayoría de los casos, el valor se ha pagado con la derrota. Está bien que en los cuentos no sea así.
Y más en un cuento tuyo, Alex, donde muchas veces has reflejado el dolor y la amargura de los que "padeden persecución por causa de la justicia"...
Yo no soy imparcial contigo. Quizás el final peque de optimista...pero ojalá fuera cierto. A lo mejor llama a que lo contrario, que es lo que ocurre normalmente, que los "malos" ganen, empiece a diluirse en la fuerza colectiva de la bondad.
Por lo demás...gracias por todo lo que haces, lo que escribes, y lo que supone contar con la fuerza moral de quién eres.

Alejandro dijo...

Querido Valeriano, en la vida pasa de todo. A veces no ocurre lo que nosotros queremos que pase, ni tampoco lo que es lógico. Cada cual puede coger a estos tres personajes, meterlos en una coctelera narrativa y crear con ellos miles de historias. De cada pluma, seguro que saldrían cientos de cuentos. Con el mío no he pretendido resolver ningún problema por el camino de la lógica, sino denunciar los comportamientos irregulares que existen entre quienes se creen que manejan el poder dentro de la empresa. Lo importante es que los que así se conducen lo paguen. A mi me da igual que sea en el juzgado, mediante una denuncia sindical o bajo la presión de las altas direcciones. Y si, además de coser un roto, todo acaba bien, con vinitos y perdices en escabeche, pues... ¿por qué no? Bastante vinagre hay ya en las listas del desempleo y abusos constantes en las plantillas de muchas empresas. Tú sabes, amigo Valeriano, que este cuento, igual que todos -los publicados y los inéditos- dentro de unos meses posiblemente no se parezca en nada al que acabas de leer, pero hoy es lo que hay. Intentar hacer que los personajes hagan algo distinto y dar al conjunto narrativo un sentido literario que se ajuste a lo que tú llamas lógico sería tanto como pretender jugar a cálculos de probabilidades y adivinanzas cuyo resultado final nunca será del agrado de todos.

Un abrazo, compañero.

Alex

Alejandro dijo...

Querida Alicia, igual que a Valeriano, te agradezco tu tiempo de lectura y comentario. Vuestras palabras son siempre reconfortantes, y si además invitan al debate, todos aprendemos con ellas.

Tienes razón, Alicia, cuando dices que el cuento tiene muchas posibilidades ("tenía muchas posibilidades abiertas para poderse recrear en él", dices; no acabo de entender si te refieres que son posibilidades sólo para el lector o también para que el autor hubiese perfilado de otra forma, mejor, el trabajo). Efectivamente, creo que el lector tiene muchas puertas abiertas para imaginar. Soy consciente de que los temas entroncados en el acontecer social ofrecen un abanico grande de posibilidades y también de controversias. Eso hace que el lector a veces no se quede a gusto con lo leído, porque la historia podría ser de otra o de muchas formas más, y a él le gustaba otra, y a otro la de más allá.

Claro que decir "entre lo apetecible y lo conveniente" es tanto como no decir mucho, porque lo uno y lo otro puede ser de carácter vario. Elegí precisamente esa frase para no desvelar la decisión de Rebeca, y sea el lector quien complete el cuento como le plazca. No sé, quizá eso no ha sido ningún acierto.

Es verdad que, como dice Mari Carmen y creo que también Valeriano, Rebeca podría haber aceptado el cambio de puesto sin más, pero ¿qué habría pasado con Pablo? También, aprovechando la información que recogió con la conversación telefónica que escuchó, podría haber negociado con la jefa. Habría sido otra posibilidad, sí; pero yo he querido poner una voz enérgica en Rebeca capaz de romper con los moldes de la sumisión y acabar con los jefezuchos que, sin ser nadie, se lo creen todo. Mar Miranda recibió su merecido, no sólo porque quiso trasladar a una empleada para quitarle el novio -eso es un mero simbolismo- sino porque su comportamiento no fue el que se espera de quien ocupa un cargo de confianza y responsabilidad. Estoy de acuerdo, querida Alicia, el cuento no cambia para nada su estructura si los personajes son hombres o mujeres, pero, precisamente porque la mujer es la que sale siempre peor parada en estas guerras, yo he querido que fuese ella -una mujer- la que se enfrentara al poder y consiguiera un ascenso por sus propios méritos, no por el capricho de una "superior" muy baja.

Para terminar, decirte que conozco un poco la convivencia del personal en las empresas. Admito que la pareja pueda trabajar en la misma empresa, pero no juntos ni en departamentos dependientes. En las grandes empresas no suele haber problema; en las pequeñas, sí. Pero eso es cebo para otra pesca.

Oye, Alicia, ¡qué ricas están las pastas con nata que has hecho! No pierdas la receta porque nos quedaríamos sin un placer exquisito, igual que estos ratos de tertulia.

Mychos besos.

Alex

Alejandro dijo...

Cómo se nota, Emilio, que tú vienes ya de la feria, de tu feria, donde has tenido grandes intervenciones, con vueltas a los ruedos de las palabras y con los trofeos que otorgan las puertas grandes y los grandes comentarios de los tertulianos más avezados y exigentes.

Aquí estoy, debatiendo como puedo lo que quizá no tenga nunca ninguna solución: ensalzar al débil y enjuiciar a quien usa mal el poder para conseguir una sociedad más igual, menos egoista y más soportable. En estos tiempos que corren, cuando los necesitados necesitan más y abundan más, es cuando el abuso crece contra ellos. Quizá sea una utopia intentar ayudarles, pero si no nos lo proponemos nunca llegaremos a conseguirlo. Si no creamos rumores, no hacemos noticia.

Siempre te he dicho que no me gusta esto de los debates, pues mira, parece que no están tan mal. A lo mejor me animo. Bueno será que se haya abierto la veda también en la prosa. No sé si, como en otros debates, aportaremos muchos conceptos literarios y narrativos, tal vez pocos, pero sí que estoy seguro que saldremos de aquí con definiciones enriquecidas sobre sociologia y comportamientos entre la diferencia de clases, entre mandos y subordinados. Que sea para que acabemos todos con más optimismo, a ver si al final de este túnel vemos algo más feliz. Uno está harto ya de ver cómo pierden siempre los buenos y cómo los malos se llevan siempre lo mejor. Esa es la realidad, querido Emilio, pero no nos gusta. ¿Qué perdemos por soñar?

Recibe un abrazo fuerte.

Alex
Mañana será otro día.

Emilio Porta dijo...

Perfecto, Alex, iniciemos ese debate. No nos vamos a quedar sólos. El debate no ya sólo sobre la Poesía, sino sobre toda la Literatura, todo el valor necesario de la palabra, tanto a nivel individual, para el que la escribe, como a nivel social para el que la recibe. Bien, tu texto, que, como tu dices, puede cambiar (porque todo texto es dinámico) puede servir de comienzo. Incluso puedes añadirle, a modo de "chispa" que encienda otros comentarios, una reflexión, tu propia reflexión, sobre lo que es la Literatura en general. Yo te prometo asistencia a la representación y decir y contradecir. Supongo que Valeriano también. Todos tus buenos amigos y amigas en el blog. Que nuestras entradas vayan más allá de la mera exposición de nuestro modo de escribir, de la exposición de nuestras obras. Que sirvan para la reflexión y para andar en el camino. No concibo a un escritor si no piensa, si no es pensador en mayor o menos medida. Tampco si no abre vias de conocimiento, si no explora caminos para los demás y para él mismo. La palabra es una herramienta y ha hecho que pasemos, desde hace unos cuantos cientos de miles de años, de ser unos "homínidos" más, a ser capaces de luchar contra las fuerzas de la naturaleza, de buscar metas mejores para el ser humano... pese a los intermitentes retrocesos y crueldades colectivas.
Cualquier tiempo pasado no fue mejor. Que se lo digan a los hombres y mujeres que tuvieron que soportar la oscuridad permanente y el frío, la enfermedad sin solución, la derrota permanente. No, el problema no está sólo en la forma, también lo está, principalmente, en el contenido. Por eso yo admiraré siempre a Aldecoa, a Celaya, a Blas de Otero, a Miguel Hernández, a Cortázar, a Benedetti...a tantos y tantos que tuvieron la Justicia y la Libertad del género humano siempre presente en sus escritos.

Aparte de eso, hay que ser buenos en la escritura y en la transmisión. Y tú lo eres.
Quizás en tu cuento hiciera reflexionar más un final infeliz. Pero no fue tu opción esta pasada noche.
En cualquier caso, al valorar el comentario, hecho desde su reflexión, de un escritor y compañero, Valeriano, y al valorar la entrada a cualquier trapo, te honras como escritor.

Y, Mari Carmen y Alicia, qué bien os sientan los escudos y las lanzas. En la defensa. Y en el ataque - que os conozco - si es necesario.
Así que, por mi parte, y dado que empiezas a ver la validez de confrontar - la de aprender siempre la has tenido clara - vamos a ver si esto sigue. Aunque tengas que modificar la entrada...y poner unas líneas con un titulo de este tenor: PRIMER ASALTO. Todo es empezar. La Literatura no se acaba en la Poesía. Afortunadamente. Es más, parece que, hoy día, los derroteros van, a nivel general, más por la narrativa y el ensayo.
La Poesía, quinta esencia de la escritura, se ha ido - la han ido - destprestigiano poco a poco. Pero de eso ya hemos hablado en mi blog.
Un fuerte abrazo.

Port

epifanito de monaco dijo...

alejandro, alejandro, la vida da tantas vueltas, que al final ,los gemelos de rebeca se enamoran de las hijas -de puta-( con perdon- )de mar miranda, y acaban cenando pollo de corral en nochebuena todos juntos. y haciendo manitas bajo la mesa.¿quien con quien?... por eso deje de ver los telediarios y leer los periodicos.
avate tu, que bueno eres escribiendo estas cosas, pero nos las das con cuentagotas...
queda pendiente ese libro que te prometi y el lechazo en ribera.
cuidate y sube por aqui algun dia.
el epifanio.

Anónimo dijo...

Hola tío Cele!!!!

Qué bien comenzar la semana leyendo un cuento de los tuyos….

Y si Rebeca hacía bien su trabajo, ¿por qué la jefa la tenía entre ceja y ceja? Siempre se ha dicho que las mujeres somos más conflictivas en los trabajos, y yo así lo he visto en algunos casos. Envidias, celos….en fin… Y después de leer este cuento, creo que valoraré un poquito más a mi jefe, al menos es buena persona…

Un abrazo,

Sonsoles la de tía Sonsoles

Jesús Arroyo dijo...

Hola:
Leyendo, leyendo, me parece que aprenderé... ¡tela!
Saludos.

Valeriano Franco dijo...

Qué bien me siento después de ver que se ha creado la polémica y que te gusta seguirla. Me lo esperaba. Era lo que pretendía, por eso hice mi comentario tan al principio y defendiendo una tesis diferente a la tuya. Pero al fin tú eres el creador del cuento, es un cuento, y lo desarrollas como quieres, faltaba más. Ya te dije que era amigable. Pero creo que es importante polemizar, yo lo aprendí de mi maestro Unamuno. De ella salen nuevas visiones del poliedro. Supongo que seguirá. El tema del cuento da para ello. Me gusta lo que dice "el epifanio"; a ver si entras al trapo.
Un abrazo,
Valeriano

Toñi dijo...

Querido Alex, gracias por alegrarme la mañana. Sí digo bien, la mañana.
Anoche conocí a tus nuevos personajes y me han llegado tanto que he soñado con ellos. Rebeca no era Rebeca, era Toñi, y Mar Miranda no era Mar, era...
¡Dios! Qué a gusto me he quedado poniendo los puntos sobre las íes. Y con ese zarandeo he liberado toda la adrenalina acumulada durante muchos años.
Hoy he llegado al trabajo con una sonrisa de oreja a oreja.

Gracias de nuevo y mil besos.

Toñi

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Emilio, estoy de acuerdo contigo en todo lo que dices, pero habrá mucho en lo que quizá no coincidamos. Por ejemplo, dijo Camilo José Cela que "Si el escritor no se siente capaz de dejarse morir de hambre, debe cambiar de oficio. La verdad del escritor no coincide con la verdad de quienes reparten el oro". Me quedo con la primera parte de la frase. Sabes que tengo buen comer y no sé si sería capaz de morir por falta de sustento, creo que no. Quiero decirte con esto que a lo mejor no hay tantos escritores como etiquetas se muestran. No sólo por eso, también porque considero que es una petulancia grande intentar cambiar el mundo con lo que hacemos, con lo que escribimos, sólo por el hecho de escribir. Y, para confirmar esto, me viene a la mente lo que dijo Gamoneda: "La Poesia es muy importante pero con ella no cambiaremos el mundo". Creo que la obra de cambiar el mundo, o la parte del mundo que no nos gusta, debemos empezarla cambiándonos a nosotros mismos, más que diciendo a los demas como tienen que mutar. En esa tarea de cambio, de autocambio, ha de influir con eficacia la manera de mirarnos, de reflexionar sobre nosotros, nuestro pensamiento, nuestro lenguaje, nuestro comportamiento con quienes nos rodea. Y a partir de ahí, con valentía, decir lo que cambiaríamos; decirlo, primero, a nosotros mismos, luego a los demás. Esa sería la asunción de nuestro compromiso. Desde ahí tendremos que hacer cada vez más grande el díametro de nuestra mirada reflesiva, que llegará a vernos inmersos en un mundo cada vez más grande, donde empezaremos a ver -ya lo vemos- la injustica social que nos rodea como algo propio, que queremos erradicar. A partir de ahí, y con esa percepción incómoda, es el momento de hablar de Literatura -ensayo y ficción-, que no es mirarnos el ombligo ni acomodarnos en el tren que nos lleve a satisfacer sólo la necesidad de comer. Creo que esa debe ser la carta de naturaleza de todo escritor. Claro que a lo mejor esa lección no toca hoy. Tú/vosotros diréis.

Abrazos.

Alex

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Epi, qué alegría me das, siempre dispuesto a ver las cosas desde tu mirada tan particular y especial. Tienes razón, la vida da muchas vueltas. Entre esos personajes puede pasar de todo, y tú siempre me das pistas para no dejarme descansar. Descansaré el día que tú quieras; efectivamente, tenemos un lechazo pendiente y unas cajas de Laveguilla que tenemos que traer. Eso será cuando tus tareas de vitivinicultor te lo permitan y nos acompañes por esa maravillosa Ribera Literaria, que, como bien dices, tenemos (tienes tú) un poco abandonada.

Gracias por recrearte y recrearnos con los gemelos de Pablo y Rebeca.

Un abrazo

Alejandro

Alejandro Pérez García dijo...

Mi querida "Sonsoles la de tia Sonsoles", gracias por dejarte sentir tan cerca, por leer el cuento y aplicártelo a tu vida laboral. Sólo una sugerencia, no lleves a Chema nunca al trabajo, no sea que alguna Miranda..., y si alguna vez te ves en la situación de Rebeca, sé valiente, pero piénsalo dos veces. A ella le salió bien su arranque, por pudo ser que no.

En cualquier caso, que nunca te veas en esas y la vida te sonría.

Besos.

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Jesús, aprovecho para darte la bienvenida a esta casa de locos. No te asustes, sólo nos ponemos así los lunes y algún jueves. He leido cosas tuyas y me han parecido extraordinarias, aunque no te lo había dicho antes. Creo que tú también tienes mucho que enseñar. Espero no me tomes ojeriza si de mi no aprendes lo que dices, pero quédate que por aquí, suelen pasar los grandes con frecuencia.

Gracias. Un abrazo.

Alejandro

Alejandro Pérez García dijo...

Aquí me tienes, Valeriano, a todo trapo, ¡por tu culpa! Y yo que siempre he querido estar al margen de estas "peleas". Esta me la vas a pagar. Menos mal que estoy entre amigos y eso siempre es de agradecer, y te lo agradeceré porque vas a conseguir que disfrute con el fragor de la batalla. En ese caso, yo seré el que pague, tranquilo, lo haré con gusto. Sabes que soy dialogante y me gusta conversar, pero en las distancias cortas, cuando veo el brillo o el apagón en la mirada del interlocutor. Así no. Me da miedo la interpretación que alguien, al otro lado de la pantalla, pueda interpretar mal una palabra sin malicia. La amistad no es para romperla con el ruido de una mala interpretación. No obstante, estoy de acuerdo -siempre lo he defendido- con la aportación cultural y con el intercambio de ideas y puntos de vista. Tu mejor que muchos sabes de mi interés por compartir todo esto. Desde aquí, cuando la costumbre me lo haga normal, será lo mismo, supongo, y hablaremos de estructuras y recursos narrativos, del punto de vista, de la identificación del personaje, de la creación de escenas, de mostrar y no contar, de los indicios, de la fuerza del diálogo y de todo eso... Creo que hacerlo de una forma global, con el aporte de todos, cada cual con su riqueza de matices, engrandecerá al grupo en su vertiente literaria. En eso estamos ¿no?

Un brazo,

Alex

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Toñi, sabiendo ya quién es Rebeca, intentaré a quien ha de ser Pablo para que se ponga en marcha y estudie el funcionamiento de gemelos y los manuelaes de los electrodomésticos. Pues sabido es: tú serás la nueva directora, ja,ja,ja,ja...
Qué alegría volver a verte por aquí, y qué feliz me haces sabiendo que hoy, lunes, has ido a tu trabajo con una sonrisa llena de optimismo, dispuesta a poner en su sitio a quien está donde no debe. Ese era mi humilde propósito, llegar a un final donde el colectivo peor tratado provocara la administración de justicia e igualdad, por lo menos de oportunidades.
Sabes que siempre agradezco tu visita en esta casa, siempre abierta a cuantos quieran acercarse.

Besos

Alex

Anónimo dijo...

Sí..sí...pero creo haber leído que va a haber polémica sobre temas de fondo...Vamos a ver Alejandro, ya que no lo pones en la entrada como todo debate que se precie...¿para ti que supone escribir? Qué es la Literatura, cual es la función, no de forma objetiva, sino en tu subjetiva opinión. Mira, ya puestos, no nos vamos a quedar en el ascenso o despido de esta chica que protagoniza tu cuento. A ver, ¿por qué lo has escrito? ¿Para que? ¿Para quienes? En parte lo has dicho...pero sistematiza, venga, sistematiza. Pónte serio pero sin seriedad. Dános unas pinceladas de por qué para ti la Literatura está tan entroncada con la vida y tiene que mover nuestras mentes y corazones. Dínos por qué no nos cuentas, como tantos, el bello amanecer del día entre los almendros en flor de Kyoto. Digo yo...no sé...por echar aquí también, algo de leña al fuego...ya que la leña ( y de calidad ) es lo tuyo...Aunque aquí el cuento termine con el triunfo de los buenos, como dice, a contrario, Port.
Un abrazo.

David Nihalat

Anónimo dijo...

La que has liado, Alejandrito o Alex como firmas y te dicen. Parece que esos compañeros tuyos entienden como tu de esto de escribir. Yo me conformo con leer y pasarlo bien con vuestras cosas. Ya me voy atreviendo y lo digo porque parece que ahora que he aprendido a menejar estas ventanas ya no me dices nada, antes no te hacia mucha gracia. Me parece que de montartelo bueno y bonito, como ha dicho alguien ¡nada monada! Liarse una tia a mamporros con la jefa porque la quiere levantar el novio no parece que sea suave, ni blando. La chavala ha puesto valor en lo suyo. Hasta me gusta el final, fíjate, no me importa llevar la contraria a los que saben, me gusta porque mira qué bien, Rebeca directora para mandar, y al marido que no se le toque nadie y que nadie le mande, en casa, con los niños y las cosas del hohar. Ya va siendo hora de que cambien las cosas. Si que me he quedado con las ganas de saber que iba a decir Rebeca a la Jefa, pero bueno, pura curiosidad, lo que fuera quedó anulado al oir la charla del teléfono y lo que pasó después. Yo creo que pensaría que no, lo dejó casi claro en la primera entrevista. Me alegro que los jefes se fijaran en la chica y que si sabía que la prepararan para ascenderla. Sabes que soy claro y cuando las cosas no me gustan te llamo y te lo digo para no perder tiempo y lo arregles si puedes, pero hoy te lo digo, igual que otras veces, que me ha gustado el cuento, o el relato, que no me aclaro mucho, unos dicen una cosa y otros otra.

Bueno, hasta cuando quieras. Saludos.

Luis Martín

Alejandro dijo...

Amigo David, lo primero agradecerte el detalle de venir desde tan lejos. ¿A qué quieres jugar? Por cierto, ¿qué hora es en Australia cuando en Móstoles falta poco para que amanezca? Ahora caigo, tú no quieres jugar, lo que quieres es suspenderme. Creí que el que preguntaba era otro, y el que responde lo que supone para él escribir es alguien que lo único que quiere es jugar con lo concreto de los abstractos, difuminar con el lenguaje la diferencia entre lo objetivo y lo subjetivo, entre el disfraz y el traje de los domingos, entre la naturalidad de un rostro ajado y la máscara del maquillaje, entre el sueño y la realidad... Eso es, Nihalat, lo que yo considero que es escribir. Eso y mucho más, claro, pero si digo todo aburriría a la concurrencia, y no se lo merece.

Voy a seguir con tu malvado interrogatorio, pero con la condición de que pongas tu parte de leña en el fuego, porque el calor no surge sólo, ni se mantiene con el alma de las cosas, necesita materia, necesita forma. Y eso, en esta ocasión será un regalo que tu nos vas a hacer. Luego te diré.

Quieres que me desnude de letras, que me comprometa con mi Literatura, con lo que supone para mí ese arte, ese conjunto de saberes llenos de sabores, llenos de vida y esencia. Pero ¿tú crees que eso, lo que yo piense, puede interesar a alguien, alma de moto amarilla? Creo que no, y menos a estas alturas. Se ha dicho mucho sobre el concepto literario –poético- en los sabios y magistrales comentarios de tu amigo Emilio Porta; eso, por una parte; por otra, considero que no importa mucho lo que piense el escritor de la literatura. ¿Quién, qué es un escritor para que alguien se sienta atraído por su oficio? ¿Preguntamos acaso en el mercado cómo fue la floración de los tomates que compramos? Al lector le importa la obra, el arte que fue capaz de crear, no el personaje ni lo que piense. Mantengo lo que he dicho otras veces, no soy nada y, en esto para poco sirvo. Quizá sólo para paladear cada mañana el amargor que produce todo lo que no me gustay expresarlo y hacer piña frente al desaliento y su protesta. Es mi respuesta subjetiva, sistematizada y sintética.

El cuento que ha levantado tanta polvareda, tampoco tiene por qué transmitir el valor que yo le dé o lo que haya supuesto para mí. No descubro nada si digo que la idea me habitó con rabia y con rabia creció en mi hasta que salió hecha Literatura. Si diciendo eso aporto algo a la historia fingida, será poco relevante. Quizá alguien opina lo contrario, no lo sé. El verdadero valor de un cuento, de un texto literario cualquiera, está medido por las emociones que despierte en los lectores. Por eso, mi querido amigo David, tampoco importará mucho que explique por qué no cuento el bello amanecer entre los almendros en flor de Kyoto. Por cierto, no sabía que en Kyoto cultivaran almendros, creí que sólo producían transistores y que se recreaban con el arte de los museos de Enryakuji, Kiyomizudera, Nijo y Shugakuin.

Y ahora, querido David, tienes que hacer tu parte, para que no te aburras. No te dará mucho que hacer. Tu amigo Emilio seguro que te echa una mano. Simple y sencillo: se trata de aclarar la duda que tiene mi amigo Luis Martín. Y, como eso no es nada, puedes seguir partiendo de tu interrogatorio, relacionándolo con lo ya dicho... ya sabes.

No te vayas con los canguritos, quédate con nosotros. Sabes que aquí se te quiere

Un abrazo, como siempre.

Alejandro

Alejandro dijo...

Amigo Luis, como siempre te agradezco que hayas entrado en mi blog y leido el último cuento, porque es un cuento. Como eso también es tema de género y materia a aportar en esta tertulia, a lo mejor te lo explica David Nihalat, que, como de todo, sabe mucho. Si no pudiera, ya te lo aclararé cuando nos veamos. No me sienta mal que entres en los comentariios, por favor, ¿cómo dices eso?. Lo que no quiero es que incordies, ni digas cosas que no vienen a cuento, pero me gusta que entres y disfrutes con la lectura de lo que escribimos todos. Me alegra que estés tomando el gusto a esto de leer, y más ahora, dadas las circunstancias.

Agradecido, recibe como siempre un abrazo.

Alejandro

Manuel dijo...

Querido Alex: he deseado toda la noche llegar a este momento para quedarme a solas conmigo. Leí tu relato en una parada del trabajo y quería ponerte el comentario con calma. Aunque sean las 3 y 10. Ya sabes, ¿no?. Es mi hora.

Y, además, es que antes de escribirte, quería leer todos los comentarios. Por eso he llegado tan tarde. Sé que me disculparás.

Yo he leído tu relato como parábola. Por eso, quizá, me ha llegado tan hondo y lo he sentido tan real. Luego, al leer comentario tras comentario, sin fruncir el ceño y tras la mención de los admirados poetas de Emilio, se me ha venido a la cabeza esos versos de quien celebramos el centenario:

“No soy de un pueblo de bueyes, que soy de un pueblo que embarga yacimientos de leones, desfiladeros de águilas y cordilleras de toros con el orgullo en el asta...”

Y por eso me quedo con la cita capital de tu relato, que es también la que abre la sesión de comentarios:

“La fiereza y el poder son quebrantables”

Creo firmemente en ello, Alex. De la misma manera que creo que, lo que se opone a esta verdad — para mi, inapelable — se llama miedo. Un ser ungido por el miedo no puede esperar grandes cosas de su propia vida.

Veamos, dentro de esta historia tan acertada bajo mi punto de vista, un claro ejemplo de ello: Miranda, amenaza a alguien por teléfono... El Poder no admite chantajes. Ella ya no es nadie desde el momento en que impone porque desea. Esa es su debilidad.

Todos somos sustituibles. Después, el escándalo está servido. Por encima de cualquier Miranda siempre hay alguien al que no le gusta que le toquen las narices. Tiene que imperar la justicia, no porque a nadie le importe un rábano la justicia, sino porque en nuestro mundo justicia es sinónimo de poder.

¡Ah!, ¡si aprendiésemos de estas cosas!. Cuanto miserable estaría en la calle, aunque no hubiese una Rebeca triunfadora (pobre Rebeca, condenada a seguir la escalada de imbecilidad de Miranda).

A mi, Alex, me ha encantado comprobar el impacto de tu relato en el sentimiento de cada persona. Qué duda cabe que cada cual vive la feria según le va. Hay quien piensa que simplemente es irreal y socialmente inútil. Los hay que dicen que su lectura de la vida les inclina a pensar que venderíamos al novio por el incierto puesto de trabajo.

Y yo me quedo con eso que le dices a Valeriano: “pero eso sería como es la vida, tal cual, no como a mí gusta/gustaría que sea/fuese”. Será terrible el día en que no tengamos poetas que nos ayuden a subir a la luna.

Y termino (por el momento) sumándome a eso otro que dices: ”Te puedo decir que eso (La fiereza y el poder son quebrantables) lo he visto hecho realidad en muchas ocasiones...”.

Y yo, Alex, y yo. Pero siempre, óyeme bien, SIEMPRE, en personas sin miedo.

Gracias por esto. Un abrazo entrañable.

Anónimo dijo...

Esto de los debates es un modo de caminar juntos entre los que participamos, escritores, la mayoría, o amantes de la Literatura.
Caminar entre compañeros, esto es, ayudarnos a hacer mejor el viaje, no a tropezar en el mismo. O si lo hacemos, que nos caigamos juntos. Esa es mi filosofía de la vida. Y ella engloba el fenómeno literario.
Ya sabes lo que dice nuestro común amigo al que citas, "escribir es ser". Y, partiendo de esto, para explicar nuestra literatura tendríamos que explicar o explicarnos nuestra vida. Y lo más que podemos hacer es ir contando episodios. Dicho esto, con tu magnifico comentario casi nos callas a todos porque, vamos a ver, se puede decir algo mejor que este párrafo: "jugar con lo concreto de los abstractos, difuminar con el lenguaje la diferencia entre lo objetivo y lo subjetivo, entre el disfraz y el traje de los domingos, entre la naturalidad de un rostro ajado y la máscara del maquillaje, entre el sueño y la realidad... Eso es lo que yo considero que es escribir". Y encima dices que tienes mucho más para decir, pero que, de momento, con eso vale.
Y tanto que vale: es un espléndido modo de enseñarnos tus cartas, las que usas para ganar la batalla de aconteceres y personajes de tus narraciones...Que, estando hechos de la materia de los sueños, se asemejan a nosotros, como díría Shakespeare.

No, a mi no me hace faltan más explicaciones. Por eso, de momento, me quedo satisfecho y callado y le dejo el espacio a los compañeros. Y bueno, la diferencia entre Madrid y Adelaida es de 12 horas. O sea que ahora son ahora aquí las tres y media de la tarde...y ya hemos comido hace bastante rato. Qué curioso eso de los horarios...hacer las mismas cosas a distinta hora.

Bueno Alex...a tu amigo Luis sólo puedo decirle que hay lecturas directas que dicen todo a un lector a otros les gusta dar vueltas...indirectas. Lo ideal en un relato es que sirva para ambas cosas. Eso suele ocurrir en la narrativa de Alejandro. Es capaz de satisfacer a casi todos los clientes...lo que no está al alcance de muchos escritores.
Un afectuoso saludo a todos.

David Nihalat

Emilio Porta dijo...

Me temo que el adorno floral de David se queda corto ante ese comentario - todos los comentarios - de Alejandro en esta entrada. Porque en esa respuesta a Nihalat, hay, más adelante del párrafo que el contertulio de las antípodas cita, un párrafo todavía más importante y más claro:
"Quieres que me desnude de letras, que me comprometa con mi Literatura, con lo que supone para mí ese arte, ese conjunto de saberes llenos de sabores, llenos de vida y esencia.
Considero que no importa mucho lo que piense el escritor de la literatura. ¿Quién, qué es un escritor para que alguien se sienta atraído por su oficio? ¿Preguntamos acaso en el mercado cómo fue la floración de los tomates que compramos? Al lector le importa la obra, el arte que fue capaz de crear, no el personaje ni lo que piense. Mantengo lo que he dicho otras veces, no soy nada y, en esto para poco sirvo. Quizá sólo para paladear cada mañana el amargor que produce todo lo que no me gustay expresarlo y hacer piña frente al desaliento y su protesta. Es mi respuesta subjetiva, sistematizada y sintética"
Pues, amigo, es toda una lección magistral, que pasa directamente, a mi blog de notas fundamentales.
Vaya discurso magnífico y conciso.

Esa es la clave: alejarnos de las definiciones y navegar por y con las sensaciones. Pienso que este debate, David, no es para definir, ni para explicar, desde luego nunca para "delimitar" y clasificar. Si estoy de acuerdo en que es parte del proceso de alumbramiento e intercambio para "contrastar" opiniones y modos de escritura, finalidades e intentos. Por ello me quedo en la parte de "observación" del fenómeno que presenta Alejandro. Y en esa observación se conjuga la mirada. Lo demás es creación de una estructura de posición y transmisión, una utilización del lenguaje adecuada al género y a la intención del autor, y encontrar el estilo y el ritmo propio que requiera la personalidad literaria del escritor, que no tiene por qué ser única e invariable en toda su obra. Puede cambiar.

Y voy a terminar con una valoración de Gil de Biedma sobre la tarea del escritor: "Esperar. Dejar que el barco navegue hacia su destino. Manejar bien los mapas y no errar el rumbo. Y, si al final no llegas al puerto deseado, valorar en la espera, trayecto y travesía". Bueno, es una versión libre mía de unos versos de uno de sus poemas. Cavafis dijo algo parecido, quizás más concreto, en su poema Itaca. Y Machado en la frase inmortalizada por la voz y la música de Serrat: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar".

Un abrazo, Alex. Y saludos también a todos.

Alicia dijo...

Alejandro, primeramente quisiera hacer dos aclaraciones.

La primera referida a la duda que te quedó con mi comentario. Con respecto a la frase “tenía muchas posibilidades abiertas para poderse recrear en él" me refería a las posibilidades con respecto a mí como lectora. Para nada quise aseverar que había dudado de tu labor creativa.

A Manuel quisiera decirle que en la frase suya “Los hay que dicen que su lectura de la vida les inclina a pensar que venderíamos al novio por el incierto puesto de trabajo” aparece una interpretación errónea con respecto a lo que yo había manifestado. Sinceramente creo que quién bien me conoce sabe que, la que cito como otra posible alternativa, no es resultado de mi lectura de la vida.

Alejandro, llegados a este punto me doy cuenta que tengo mucho que aprender en el arte de hilar las palabras. Mal voy en el debate cuando tengo que andar dando explicaciones para que se me entienda ¡Menos mal que todavía quedan pastas! Vete preparando otro café. Esto de debatir tiene su miga.

Voy a intentar introducir otra arista en el tema de los cargos. Hay un antiguo proverbio chino que dice que "si quieres saber cómo es juanillo, dale un carguillo". He constatado que es cierto. Este año ocupo un carguillo. Te tienes que enfrentar a situaciones brillantes y a momentos complicados. En ambos casos, en el fragor de la situación, muestras tu personalidad en estado puro y sin maquillajes.
A muchas personas se les ve su categoría moral cuando reciben un "carguillo" y sobre todo cuando lo dejan. A muchos les vienen grandes mientras lo mantienen y les cuesta aceptar el relevo. Acaso la humildad y la tolerancia sean dos cualidades que, bien conjugadas, dan la clave de una buena gestión de un jefe con respecto a los compañeros. Nunca me gustó la palabra subordinado.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Es que la palabra subordinado es horrible, Alicia. El concepto de jerarquización vertical en función de la autoridad viene del orden divino, "del Rey abajo ninguno" ( que decía el dramaturgo Francisco de Rojas Zorrilla) y es ajeno al concepto de función. Sólo los elementos de coordinación de los trabajos y tareas, y por tanto, el valor "responsabilidad" pueden "motivar" al individuo que trabaja corporativamente. La idea del orden nacido de la obediencia ciega, es sin duda, un elemento clásico en la ordenación de toda sociedad jerarquizada. Pero deben ser los méritos los que aupen al mando y, sobre todo, la capacidad de coordinación. En el ejército, una sociedad absolutamente jerarquizada, se sigue el principio de la obediencia debida. Sin embargo, la escala está creada en función de méritos, aunque sólo en parte. No se asciende por méritos - méritos de guerra - más que en las confrontaciones bélicas y en algunas escalas técnicas ( como los grados sanitarios médicos) creo, pero, en la mayoría de los casos, el valor es la antigüedad, lo que no es una garantía de "saber".
Has introducido un tema apasionante: el tema de la jerarquización en el trabajo y en la comunidad...hay mucho tela que cortar. Porque nos lleva también al tema de la política, no de opciones, sino como concepto de mando y gobierno, y los valores de los políticos para dirigir una sociedad. Ya digo, un tema apasionante.

Port

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Manuel, ¡qué horas! Pero claro, alguien tiene que estar de guardia mientras el mundo duerme. Agradezco el esfuerzo y la medicina de tus palabras, tan bien recetadas, que siempre reconfortan. ¿Cómo te voy a disculpar? ¿Por qué me dices eso, después de leerte el vademécum de comentarios?

Con el cuento presentado, sólo he pretendido retratar con palabras y con el posible color estético del tarro literario una situación frecuente, ahora más aunque siempre aceche y sea difícil librarnos de ella: la injusticia y el abuso de poder que tanto se ve —y tan mal— en el mundo laboral. La mano de obra, mal que nos pesa, es un producto mercantil como otro cualquiera, sujeto a las leyes de la oferta y la demanda. Cuando abunda se paga mal y se desprecia. Cuando sobra otro artículo cualquiera se destruye con su envase o embalaje en quemaderos o puntos limpios. Lo malo es que ese producto que ahora tanto sobra (la disponibilidad humana y profesional) no se portea en sacos ni en cajas de cartón, sino en el ser de hombres y mujeres que necesitan vender parte de lo que saben hacer para comprar comida y pagar la hipoteca.

Cuando esa situación se agrava como ahora, querido Manuel, siendo humanos y débiles, sólo atisbamos dos caminos: aceptar los traslados que nos propongan y dejar al novio a merced de la jefa o revelarnos (como hizo Rebeca) ante el que intenta abusar para quebrantar su fiereza y el poder mal entendido. ¡Es posible! No necesitas ejemplos ni detalles porque tú lo sabes. Eso no ocurre sólo en los cuentos. En la vida real ocurre poco, pero ocurre. Hay que luchar sin miedo, como tú bien dices, con los medios a nuestro alcance.

La Literatura (también podemos hablar de su utilidad) puede ser uno de esos medios. Por lo menos puede servirnos para inventar un mundo como a nosotros nos gustaría que fuese. Escribiendo podemos recrear ese universo apetecido que nos gustaría mostrar y ofrecer a los demás. Ya sé que luego la brega callejera anegará nuestros cimientos y desbaratará las estructuras diseñadas con el tapial de nuestros renglones fingidos. Sin embargo, una batalla habremos ganado: invitar a los demás a participar de nuestro intento, nuestra idea, y secundar la lucha de nuestros personajes frente al conflicto propuesto. Esa será la nada de nuestra intervención en el teatro del todo.

Querido Manuel, dice un proverbio bíblico que “El que huye ante el miedo cae en la zanja”, y otro escocés: “No hay médico para el miedo”. Así pues, “que el temor no nos enferme”, digo yo.

Como siempre, Manuel, ha sido un verdadero placer departir contigo; compartir o confrontar, no importa.

Recibe un abrazo fuerte.

Alex

Alejandro Pérez García dijo...

Querido David, no me gusta la palabra debatir. Ya lo he dicho otras veces. Debatir es discutir, polemizar, disputar, pelear, guerrear... Eso no me atrae, y menos así, en la distancia, sin el calor de los gestos, la complicidad de la mirada o la posibilidad de reparar de inmediato el posible disgusto del amigo interlocutor. La Literatura es algo para compartir no para batallar, aunque el escritor la utilice como arma en el conflicto de la vida. Sí que estoy de acuerdo cuando dices que en estas tertulias —mejor que debates— los compañeros se ayudan en la superación de un camino compartido, de un viaje con el mismo destino. Eso sí. Y si te das cuenta no tiene nada que ver con debatir, sino con aportar, unificar. Tampoco es necesario ir tan unidos que los contertulios tropiecen en la misma piedra y caigan juntos. Tampoco es eso, ni lo uno ni lo otro. Quizá sea más sano ir un poco separados para uno quede indemne y pueda ayudar. Se pueden tener distintos puntos de vista sin disputarse la razón. Dos ideas mejor que una: siempre habrá dos alternativas, dos opciones de participar, dos razones para reflexionar y vivir y pensar.

“Escribir es ser”, recuerdas que dice Emilio Porta. Sigo manteniendo que la vida del escritor tiene poco interés frente a su obra, pero sí es cierto que la vida del escritor contiene episodios gozosos y aciagos, propios y ajenos, que ensamblan el armazón de lo que transmite en sus libros, producto final que recibirán sus destinatarios, sus lectores. El último resultado no será la esencia neta del autor, sino la mezcla de lo que es y de lo que ha sido capaz de crear.

Pero todo, querido David, es relativo. Nada es cierto ni todo es verdad. Volvemos a recordar aquí a Emilio Porta cuando dice algo así como que las cosas no son como son sino como se las mira. Así es, y más en Literatura, que por no ser ciencia exacta —por fortuna— nadie puede discutir fórmulas únicas, definitivas. De ahí la grandeza de este arte, tan especial, considerado por unos como un cúmulo de abstractos y ficciones, mientras otros aseguran todo lo contrario. Aquellos sostienen que sin Literatura no se puede vivir, y los otros levantan su voz diciendo que no sirve para nada. Ni tanto, ni tan lejos.

Machado nos sirve algunas coplas sobre esto:

¿Dónde está la utilidad
de nuestras utilidades?
Volvamos a la verdad:
Vanidad de vanidades.

Bueno es saber que los vasos
Nos sirven para beber;
Lo malo es que no sabemos
Para qué sirve la sed.

Para terminar, David, gracias por tu aportación, y gracias también por la aclaración de la diferencia horaria: 12 horas —dices— entre Madrid y Adelaida. Entonces, 12:30 horas entre Adelaida y Móstoles, porque Móstoles está un poco más lejos.

Abrazos.

Alex

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Emilio:

No veo muchos envites sobre la mesa y tu comentario del día 19. Sí veo que aceptas mis consideraciones; bueno, en realidad las compartes. Estamos de acuerdo. Te diriges a David diciendo que estos debates —tertulias— no son para definir, ni para explicar, ni delimitar y clasificar. Creo que sí tienen sitio esas prácticas, porque como luego dices servirán de germen para nuevos intercambios y crear nuevas opiniones, partiendo de otras que podríamos llamar primarias, para llegar hasta nuevos intentos y modos de escritura. Perfecto.

Tampoco hay que pasar de puntillas sobre la alfombra de los géneros, de los estilos y el ritmo propio de cada escritor, como tú apuntas. Naturalmente que todo escritor tiene —modelado por el tiempo y su personalidad— un estilo propio que, como observas, no tiene por qué ser único ni invariable en toda su obra. Cierto. Y en eso voy a abundar, si me lo permites.

Todos tenemos autores favoritos. Al leer y releer obras suyas a lo largo de nuestra vida, habremos visto cómo todo no obedece a una uniformidad literaria. El motivo no será capricho del artista —que podría serlo— sino a una serie de circunstancias que originan esas mutaciones creativas. En primer lugar, la edad, que va moldeando la personalidad, transmitiendo influencias vitales, notorias, en la obra de cualquier escritor. También tendrá que ver el momento histórico en que nace la obra y la posición social y económica del autor: no se escribe igual sobrellevando una indigestión que cansado de llevar el hambre a cuestas. Lógicamente, el mismo autor no escribirá con el mismo tono ni ritmo cuando escriba un ensayo culto que cuando hace hablar a dos rufianes en el transcurso de una novela costumbrista.

Extraordinaria esa valoración que nos desvelas de Gil de Biedma sobre la tarea del escritor. Gil de Biedma, considerado como el poeta de la experiencia, es oportuno recordarle ahora. Su obra nos ofrece una utilidad de la Literatura: llenó el vacío creado en torno al aburrimiento de algunos sectores de la sociedad española en los años cincuenta y sesenta con sus obras: “Según la sentencia del Tiempo” y “Compañeros de viaje”, de 1953 y 1959, respectivamente, que luego reunificó en “Los personajes del verbo”, en 1975. ¡Qué interesante! ¿No crees, Emilio? Un poeta, hace relativamente poco tiempo, divertía a los aburridos. Pregunto: ¿Cuántos poetas actuales pueden compararse en eso al gran escritor autor de “Al pie de la letra”?

Quizá por eso habló del oficio del escritor y observó las formas literarias en beneficio de la claridad, la fuerza expresiva, la pureza del lenguaje... De eso hablaremos otro día, porque hoy... ¿Es que hoy no vamos a hablar de mi ascenso?

Besos, abrazos. Para todos.

Alex

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Alicia, nada de qué preocuparte. Todos escribimos a la velocidad que nos permiten los dedos y la confianza del oficio nos traiciona. Nos damos cuenta cuando releemos después de publicado, y ya no podemos corregir. A veces da rabia cuando ves que una buena idea se ha perdido por falta de una coma o de una frase mal construida. Al señor que asfalta las calles no le pasan esas cosas. A nosotros sí, y, por lo mismo, pensé que en el cuento me habían quedado socavones sin cerrar, por donde se escapara cualquier posibilidad de completar el trabajo. Releí varias veces después y no me sorprendió nada, pero así, con lo que me dices, me quedo tranquilo.

No te preocupes Alicia, no me falta café en la despensa ni orujo en frigo. Con eso y tus pastas de nata todo será más placentero.

Ahora a lo que vamos. Estoy completamente de acuerdo con el refrán que nos regalas. Los puestos de responsabilidad descubren la personalidad de quien los ostenta. Cualquier cargo exige un rigor en la gestión, como dices, que valora y mide la etiqueta de los profesionales. Pero creo que no sólo eso, también nuestra la catadura humana del que manda. He conocido a muchos jefes estupendos, que progresaron y llegaron a ocupar cargos de importancia, y también he conocido a muchos inútiles, que se salvaron por la eficacia del equipo que les arropaba. Eso en cuanto a lo estrictamente laboral. Para mí tiene más valor el comportamiento del jefe fuera del trabajo, con los compañeros -los de arriba y los de abajo-, con los amigos, la familia... Muchos no saben usar el poder en el curro y luengo, entre los amigos y los de casa, se creen los reyes. Por estos desvarios, querida Alicia, pasan las cosas que pasan, y lo que pasa en EL ASCENSO es sólo una anécdota. Si contarámos algunas realidades las tacharíamos de historias de absoluta incredibilidad. En esos casos tan extremos creo que la Literatura sirve de poco, sobre todo porque muchos "jefazos" que se pasan la vida en los despachos no leen ni el saldo de la cuenta corriente, que no suele tener nada de normal.

Seguro que tú sí eres una buena jefa y excepcional compañera. Gracias por volver y por invitarnos a tus dulces.

Un beso

Alex

Emilio Porta dijo...

Esto es una auténtica avalancha de buena escritura en forma de mini-ensayos...empezando por el extraordinario comentario de Manuel - grande, realmente - y siguiendo por los tuyos e, intercalados ( muy interesante también lo de Alicia) todos los demás. Hay ganas, eso es evidente, de ir más allá de unas palabras concretas escritas en un cuento. Esas palabras, esa historia, han dado pie a muchas otras cosas. Directas e indirectas. Y tus respuestas, sin duda importantes de contenido y magníficas de forma, enganchan y sugieren nuevas intervenciones. Lo curioso es que se están mezclando tantas cosas que sólo con habilidad podrás estar en todos los frentes. Supongo que ese es también el papel del moderador: saber llevar el orden...y el desorden de los intervinientes. Yo tengo algunas cosas más que comentar...pero, por esta noche, cierro mi turno...y dejo respirar. Sobre todo porque este debate - a mi la palabra me gusta porque, para mí, no implica conflicto sino controversía y dialéctica - parece que va para largo. Asi que vamos a ver qué pasa. No tiene pinta de palidecer.
Un abrazo.

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Emilio, continuando con mi respuesta a Alicia y respondiendo a tu último comentario, dejo aquí estas frases sobre la jerarquía, llenas de ingenio y verdad, que se comentan por sí solas:

"En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender
hasta su nivel de incompetencia".
(Laurence Johnston Peter)

"Donde hay patrón, no manda marinero".
(Refrán)

"Un hombre debe vivir cerca de sus superiores como cerca del fuego: ni tan cerca que se queme ni tan lejos que se hiele".
(Diógenes de Sínope)

"Si dos cabalgan en un caballo, uno debe ir detrás".
(William Shakespeare)

"El general ha de ser considerado, y el soldado obediente".
(Francisco de Quevedo)

"Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto.
(Refrán)

"Es muy difícil someter a la obediencia a aquel que no busca mandar".
(Jean Jacques Rousseau)

Besos, abrazos.

Alex

Anónimo dijo...

Material de sumo interés...ya estàs en las páginas de tu libro, Alex...del nuestro. No es por "empujarte" pero contigo se aprende, sin duda. Y los libros están para aprender...entre otras cosas ( iba a decir fundamentalmente, pero no quiero herir susceptibilidades )
Que el objetivo de un escritor es que sus palabras "estén" en el escaparate de papel o eléctronico, parece que es obvio. Otra cosa es que la razón por la que escribe sea "lo de los tomates" que tú dices.
Escribimos porque sí, faltaría más, porque nos sale de...la mente, del corazón, incluso de otros órganos, también fundamentales. Vamos Alex...con esas frases...nos das pie a mil "bifurcaciones".
Cada día me gusta más como elemento de análisis el llamado Principio de Peter...que recogen las palabras de tu primera frase señalada..,
"todo empleado tiende a ascender
hasta su nivel de incompetencia"...
(Laurence Johnston Peter)
Anda que si Rebeca, al final, asciende y "no funciona"...Lo que no cabe duda es que la que no valía era Miranda...
Anécdotas aparte...me parece interesantisismo todo el comentario anterior...en el que englobas elementos de discusión nuevos y contestación y materia de desarrollo a lo escrito por todos.
Nada que sorprenda - un poquito sí, porque no fallas una - al que conoce tu obra...y te conoce a tí.
Un abrazo.

Port

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Emilio, respondiendo a tu último comentario, de hace un rato, y tras haber analizado el desarrollo y la calidad de vuestras intervenciones, expresadas con el sentimiento y la generosidad que os carazteriza, solo puedo daros las gracias y animaros a seguir aportando Literatura a estos cuadernos de teclas sin fin.

Entre tú y Manuel vais a conseguir que pierda el miedo a los debates. Con vosotros y las chicas del norte, que no paran, la dureza de la brega se torna en placentera. Bien temprano estaba esta mañana (ayer, ya) Alicia regalándome el gesto de una sonrisa que aún conservo.

Gracias a eso se puede soportar el esfuerzo de estar en todos los frentes, como tú dices, querido Emilio. Tú conoces bien esta dinámica y sabes que sí, que requiere habilidad para fajarse con cualquier embestida, pero sobre todo atención para que no nos supere la dinámica de la espontaneidad y la variedad de contenidos. Es así.

Hay muchas cosas interesantes que comentar, Emilio, como dices, pero todo necesita una dosificación. Hasta ahora aquí, igual que creo en tú mesa redonda, sólo hemos hablado del alma de la Literatura, del espíritu del sentimiento creativo, pero a mí, que me gusta ser obrero en todo, también me pide la tecla la posibilidad de hablar de los instrumentos materiales de ese alma: el lenguaje, la estructura, la técnica, los recursos... y del escritor por vehículo transmisor de ese instrumental que a veces tanto pesa, pero que interesa al lector y al practicante. No sé. Son más posibilidades.

Son las tres, en Madrid. Y en Australia, también. Solo que aquí casi nos tenemos que levantar y allí se van a dormir la siesta.

Emilio, pregunta a David si en Adelaida se ponen el pijama para sestear.

Un abrazo para todos y muchos besos para todas.

Alejandro Pérez García dijo...

Que ¿por qué escribimos, Emilio? Escribimos por lo mismo que leemos, por lo mismo que paseamos o vamos al cine. No hacemos nada que no nos guste. Cada uno escribe por una motivo diferente. El día 16(el mismo día que el año pasado presentamos mi Leña y Papel...) tuvimos en la Bilioteca Central un acto literario, compartido, entre escritores y lectores. Después de leer una muestra de nuestros textos, un lector hizo esa pregunta, ¿por qué escribís? Respondió un compañero inmediatamente: "Yo escribo porque quiero, no lo necesito para comer, pero me gusta y me da mucho descanso". No entendimos eso y nos lo explicó: "Sí, yo fui profesor de universidad, y al día siguiente de jubilarme, mi esposa, para tenerme ocupado, empezó a mandarme tareas. Casi como trabajar. A los pocos días, harto, para que no me viera desocupado empecé a escribir cosas, chascarrillos. Como me veía pensativo dejó me mandarme. Desde entonces no lo he dejado. Cinco años ya, y divinamente; ella a lo suyo, y yo a escribir". Nos reímos pero esa fue su respuesta. Luego, otro compañero me comentó, después del acto, que a él solo escribía para sacar el mal rollo que llevaba dentro: padeció una enfermedad considerada terminal que superó, le operaron varias veces sin que viera -según él- preocupación en la familia. Murió su padre y dejó tantas trampas que sólo repartieron deudas: tuvieron que vender el piso (hipotecado) para pagar otros préstamos en mora que los hermanos desconocían. "Te aseguro -me dijo- que cuando me haya liberado de toda la mierda que llevo dentro, lo dejo. O no, creo que es un hábito que vive conmigo como algo propio, es algo así como los apellidos: no me gusta el de mi padre, pero no me lo puedo quitar". Eso me contó.

Como hemos visto con estos dos ejemplos, todo parece apuntar que es una necesidad. Yo creo que es como el hambre. Al principio, no. Pero cuando coges hábito no puedes estar sin hacerlo. Es como si tuvieras que alimentar a un ser que va contigo y necesita crecer. Claro que antes hay que enfrentarse a otro ejercicio: la recopilación de mensajes, ideas, materia, susceptibles de narrar. La mente acaba habituándose a eso y se hace receptiva para acaparar lo que puede tener interés narrativo. De forma casi incosciente ese imán que llevamos dentro descubre, analiza, valora y lo coloca lo utilizable en el almacén de la materia prima, de ahí pasará a una nota en papel y ya no nos dejará en paz hasta que se vea con el punto final. ¡Qué cosas! Es más complejo, pero en síntesis así, así...

Mañana más.

Abrazos para todos y besos para todas.

Emilio Porta dijo...

Hay un amigo mío, músico y artista, Manuel Pacho, un hombre muy inteligente, que dice esta frase que ya he repetido en alguna ocasión: "Estoy cansado de por qués. A mi sólo me interesan ya los qués". Pues eso.
Habrá que empezar a aplicar esta máxima en la vida. Yo creo que David, en su momento, sólo quiso dar material para que demostraras el pensador que llevas dentro. Y lo estás demostrando. Pero se, que en el fondo, David - lo de él fíjate si lo conozco bien, digamos que cómo Pessoa conocía a Alvaro de Campos, salvando las distancias - bueno, David, tú y yo, tenemos bastante claritas las cosas, no sólo en Literatura, sino en la vida. Ésta, la vida humana, es cómo es. Y nosotros, pobres seres evolucionados para sobrevivir en esta jungla. somos como somos. Y, al tratarse de escritores, escribimos. Como dices que digo, para nosotros, escribir, es ser.
Un abrazo, Alex.

Dabid dijo...

Maese Alejandro, al poner un final ¿feliz? a esta realista situación laboral, te has pasado a la ciencia-ficción. Yo le he puesto las cosas claras a mi jefe y solo he conseguido que me puteen, con perdón de las meretrices, y que me saquen la pasta los de UGT.
Dicen por ahí que el trabajo ennoblece a la persona. Es mentira, desde que trabajo soy peor persona.
Por eso me ha alegrado tu relato, ver a una trabajadora triunfar no es moco de pavo.

Para terminar recordaré cuando Bart Simpson dice –¡El trabajo apesta!
Y Homer le contesta –Hijo, estoy orgulloso de ti, yo era mucho más mayor cuando me enteré de eso.

Alejandro dijo...

Sí, Emilio, sí. Comprendo que Manuel Pacho, un mago en eso de atrapar la atención de la peña consumista, pregone eso de "Estoy cansado de por qués. A mi sólo me interesan ya los qués". Como muchos, después de florecer y marchitar muchas primaveras, prefiere pasar de la causa y quedarse con los efectos.
A veces el camino se pone tan cuesta arriba que, llegado al punto del habituallamiento, uno también perdona entrantes y remilgos para pasar directamente a los platos fuertes. En Literatura pasa lo mismo, porque la Literatura, queramos o no, está presente en la vida. Nos acompaña siempre. A lo mejor es un una barbaridad lo que voy a decir, pero en eso, en lo que nos acompaña -a algunos nos persigue- este arte se parece mucho a la política, que también necesita de su toque creativo, de ficción, de apariencia. Y se parecen, además, porque tanto aquí como allí, la jungla es bien espesa. Es un hábitat cada vez más carente de recuros porque la población es densa y la ayuda y el espíritu dedecolaboración entre la vecindad, escaso. Así cualquiera puede acabar asfixiado por los egoismos ajenos, que nos llevarán a esos "qués" de infeliz desenlace. Pero nos quedará la Literatura con la que construiremos la jungla y la fauna que más nos guste. Más allá seremos menos, pero mejores.

Abrazos.

Alejandro dijo...

Querido Dabid (éste con b), tú serás uno de los que entrará también en el reino de la jungla de los que prefieren los "qués" y no los "por qués". Tu originalidad en la manera de manejar y entender la Literatura te llevará a la selva de los pocos, de los elegidos.

Este cuento como todos los cuentos es pura ficción, claro. Es que la vida es así. A estas alturas del calendario ya no nos extraña nada, pero quizá en otros tiempos, si hubieses contado tu propia realidad, esa que nos cuentas ahora, con esa chispa lacónica que te caracteriza, donde dejaras claro que además del jefe te saca la pasta la UGT, te habríamos hecho reescribir tu historia por increíble y ausente de interés. ¿Quién se lo iba a creer? Pues mira, es verdad.

Gracias, Dabid, por mediar en estas historias verte inmerso en ellas, para bien o para mal.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Hola Alejandro. He vuelto a leer el cuento otra vez. Te dije ayer que me gustaba y me sigue gustando aunque algunos le hayan puesto alguna peguilla. Aqui si que me gustaria hacer una critica a algunos escritores de los que he leido estos dias que hablan de tu cuento. A algunos no los entiendo. Si no se me entiende a mi es normal porque no soy escritor pero que no se os entienda a los que se os dedicais a ello no es de recibo. Cada cual debe ser maestro en lo que hace. Bueno, perdona, yo digo todo esto porque veo que hay confianza y asi os tratais unos a otros. Cuando crei que David Nihal me iba a explicar la diferencia de relato y cuento pone (lo copio) :
“Bueno Alex...a tu amigo Luis sólo puedo decirle que hay lecturas directas que dicen todo a un lector a otros les gusta dar vueltas...indirectas”.
Hay algo mas pero esto es lo que no entiendo, no se que me quiere decir, y eso que he puesto las comas que faltan. Lo que si entiendo, te lo iba a decir antes, es el cuento. Me gusta cada vez mas que lo leo. Me estoy aficionando a esto.
Bueno, a disfrutar. Saludos.
Luis Martín

Mari Carmen Azkona dijo...

Alex, me siento un poco mal. Ya sabes como deseaba que aparecieran tus personajes, pero me habéis subyugado de tal manera que me he olvidado de ellos.

Qué maravilla de... ,estoy de acuerdo con Alex, tertulia. En un debate se discuten opiniones opuestas. Y aquí no se discute y no veo confrontación de ideas.
Menos mal que el moderador, que por cierto no sé quién es, ha pedido tiempo muerto. Así podremos releer, reflexionar, deleitarnos...con la calidad de las intervenciones.
Hay una frase de Emilio, que siempre llevo en el bolsillo para estas ocasiones (algún día se la tendré que devolver) que es el compendio de lo que para mí significa escribir.

“Se trata de escribir…y de aprender. Se trata también de compartir. Se trata de escuchar. Se trata de sentir. Se trata de vivir. Vivimos, nosotros, escribiendo. O por lo menos dejamos de morir.”

Aquí estamos todos escribiendo, aprendiendo, compartiendo, escuchando, sintiendo, viviendo y dejando de morir.

Continuará...
Besos y abrazos a todos.

Alejandro Pérez García dijo...

Amigo Luis:

Te agradezco que leas y me gusta que lo hagas. Siempre te he animado a ello, lo sabes. Veo que estás un poco obsesionado ahora con esto del cuento y lo que lees en los comentarios. Tampoco es para eso, ni para tanto. Además tenemos que ser respetuosos con las opiniones ajenas. Eso es bueno porque todos aprendemos con ello. Tú has sido siempre un hombre dialogante y ahora no debes enfadarte por que a otros no les guste lo mismo que a ti. Además, no te entusiasmes mucho con este cuento porque en cualquier momento me da la ventolera, como tú dices, y le quito o le pongo cosas nuevas y se queda como un señorito en día de fiesta. Así pues, tranquilo, no te encariñes tanto con las cosas. La Literatura es lo bueno que tiene, que, como arte, permite servirnos de ella hasta que dejamos nuestro mensaje como nos gusta.

Creo, Luís, que no has leído con atención las palabras de David. Están claras. Quiere decirte que algunos lectores se conforman con lo que leen una vez, disfrutando del estilo, de las anécdotas, de las metáforas que se ven al paso. Otros son más exigentes, quizá como tú, y no dejan de buscar nuevos matices y recrearse en ellos. Es otra posibilidad, quizá la más importante, que nos ofrece la Literatura.

Saludos. Luís. Cuídate.

Alejandro

Anónimo dijo...

Perdona, Luis, por no haber dado la explicación "puntual" que me pedías...es que, en realidad, cada vez me preocupan menos las definiciones...Pero vamos, te doy mi opinión sobre el tema: actualmente la mayoría de editores y autores emplean relato y cuento como sinónimo...la diferencia, sin embargo, podría darse en la idea de cuento clásico, como hecho totalmente imaginario (Perrault, Grimm...) una historia entroncada en todos sus aspectos en la fantasía...mientras que el relato no es que sea "real" es que tiene más apariencia de realidad...Mira, eso de la apariencia, me parece interesante. Sin embargo un relato de Tolstoi, por ejemplo, tiene poco que ver con uno de Garcia Marquez...Hay quien habla también de la extensión, diciendo que el relato es más largo...pero esto no vale...porque hoy existen relatos muy cortos (micro-relatos) aunque también pueden llamarse micro-cuentos. Es un tema casi subjetivo. No lo fué, ya te digo...por la parte "realista" de los personajes y sucesos en la antiguedad...y la parte "mágica" "fantasiosa" del cuento...de lo que, como te digo, son ejemplos los cuentos infantiles. Nadie llamaría relato a La Bella Durmiente, ni al Gato con Botas...
Y es que, en esto, como en muchas cosas, hay usos y costumbres, pero poca definición...
En cuanto al tema de la lectura directa, vale con la sobre-explicación de Alejandro...pero yo añadiría algo más: depende no sólo de la obra literaria, también del lector. Porque hay lectores que encuentran matices y sugerencias que otros no ven. Y es que, cuando la obra se independiza del autor, es del lector.
David Nihalat

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Maricarmen ¿por qué te hemos subyudado? Nada de eso, mujer. Así y peor estoy yo, que busco y no sé DONDE BUSCAR. Pero bueno, sólo tú sabes cuándo lo encontraré.

Me alegra que pienses como yo en cuanto a tertulia/debate. Tampoco importa demasiado que sea lo uno o lo otro. Estamos entre amigos y todo acabará con brindis y satisfacción.

¿Moderador, dices? De momento no hace falta. Todos estáis en vuestra casa, que también es mía, ¿eh? y cada uno aportará, aportaremos, lo mejor que tengamos. Y hablando de aportar, no sé que más puedo añadir a lo ya dicho sobre los motivos por los que escribimos. Tú has incrementado esa lista de contenidos sabios, poniendo la guinda con esa frase que llevas en el bolsillo y que creo que te la voy a tomar prestada, con el permiso de Emilio:

"Se trata de escribir…y de aprender. Se trata también de compartir. Se trata de escuchar. Se trata de sentir. Se trata de vivir. Vivimos, nosotros, escribiendo. O por lo menos dejamos de morir".

A todo eso tan excepcional, añado una frase que escuché a Umbral y, como tú la de Emilio, también la guardé:

"Escribir es la manera más profunda de leer la vida".

Así es, porque la Literatura es el arte de escribir lo que leeremos dos veces, aunque en realidad lo escrito con fundamento y proveecho puede tener varias lecturas partiendo de una idea original.

A veces no sé si pienso en qué es escribir o para qué sirve. Siendo conceptos diferentes pueden diluirse uno en el otro, ¿verdad? Pero no importa, lo importante es la utilidad de este arte de comunicar: con los demás y con nosotros mismos. ¿Qué es y para qué sirve? Habéis dicho ya tanto... y, sin embargo, nos queda tanto que añadir. Pensaba el otro día, cuando Emilio acabó de ponerme en este brete, que escribir es un elemento de equilibrio emocional. Sí. A veces, por cualquier acontecimiento afortunado, nos sentimos inmensamente felices. Nos subimos a una nube de esas que vuelan hacia tus estrellas y nos creemos importantes y sin ganas de cambiar de vida ni escenario, aún sabiendo que no siempre será así. Nos cuesta creer que la balanza se incline tanto hacia lo que no será eterno. Ese sería el momento de escribir un texto trágico. ¡Que barbaridad! Sí, pero esa seria una forma de comunicarnos a nosotros mismos que existen otras vivencias ingratas. Ese sería el momento de inventar lo que no vemos; por ejemplo, lo que sufren los hermanos nuestros al otro lado del planeta, o del tabique de la colmena donde vivimos. Igualmente, cuando nuestra situación fuese trágica, podríamos apelar a nuestro equilibrio emocional fingiendo historias al contrario.¿Por qué no? Esto plantea la duda de nuevas hipótesis. También puede continuar.

Hasta cuando quieras, Maricarmen.

Besos

Manuel dijo...

¿Pero es que este bar no tiene Whisky?.

Mira que os gusta darle a la tecla, ¿eh?.

Me llamó la atención, y me debía una entrada, el comentario de Alicia.

Alicia: yo no he tratado de personalizar actitudes en personas, y mucho menos en tí, que no te conozco ni se prácticamente nada de tu manera de ser. Si algo te molestó, te pido disculpas.

Como de este relato de Alex, en sí, lo que me interesa es el dibujo que hace de la vida a ras de suelo, opiné sobre las diferentes alternativas al desenlace.

A mi lo que me parece realmente dificil es concretar en unos pocos párrafos una historia, sin añadir rodeos innecesarios o disquisiciones farragosas a la historia. En eso Alex es un maestro. Aún recuerdo ese no lejano relato del vagabundo... ¡Que bueno!.

Añado una a tu colección de frases:

"Los cargos son como los estantes de una librería: cuanto más altos, más inútiles".

Yo, querido Alex, sigo eligiendo muchas veces la literatura que me ayuda a soñar. Así que gracias por llevarme de la mano a tu sueño.

Alejandro dijo...

Correspondiendo y agradeciendo la explicación de David sobre las diferencias entre cuento y relato, sólo me queda recomendar a mi amigo Luis que tome buena nota de esas observaciones, llenas de ciencia, autoridad y probada sabiduria.

No obstante, si me lo permitís los dos, voy a añadir algunas notas, con menos profundidad que David, pero quizá Luís tendrá así unos elementos más para identificar lo que tanto le preocupa: el cuento y el relato.

1).- El relato suele recoger sucesos de la vida real, aunque sean exagerados. El cuento también, pero además puede contener elementos surrealistas, aunque sean verosímiles en el universo donde habitan. En un relato no hablan los animales, ni los muebles; en un cuento puden hacerlo.

2).- Son más propias del cuento que del relato (aunque en este también puede haberlas) las historias subyacentes, ocultas, supuestas, y también las moralejas.

3).- Un relato es una narración con menos exigencias técnicas que un cuento. Puede versar sobre lo ocurrido en un viaje o en un día de trabajo. El cuento requiere una estructura más precisa: principio, nudo y desenlace. En el relato se puede prescindir de esta estructura.

4).- El cuento es una sucesión de hechos, de acciones, que se dirigen hacia un final coherente, apropiado, consecuencia de lo anteriormente relatado. El relato, como antes te he dicho, puede ser una mera descripción o la redacción ordenada de un suceso.

5).- En el cuento hay uno o más protagonistas que, al final, habrán experimentado una evolución, un cambio. En el relato, no necesariamente.

Habrá más, pero creo que ya tienes herramientas suficientes para satisfacer tu curiosidad, o necesidad.

Un abrazo.

Alejandro dijo...

Querido Manuel, bienvenido de nuevo por estos lares. Lo siento, no hay güisqui, ha subido mucho, pero me queda el orujo del pueblo, ese que saca las sanguijuelas de las alcantarilla. Seguro que acompañando a unas pastas con nata que me trajo Alicia para los amigos, será una exquisitez. Quédate y habláis. A lo mejor pasa por aquí. Es una chica estupenda, como tú.

Estoy de acuerdo contigo, Manuel, sobre cómo percibes la literatura, la que te hace soñar, la que te transporta a lugares maravillosos, insospechados, la que te hace vivir en la superficie y en el fondo..., tú entiendes de eso; también la que te hace ver lo que no tienes y te gustaría tener, la que te descubre a ese amigo que hacía tanto tiempo que no veías, la que hace posible que esa emoción amorfa que nos ronda salga de manera definida para ocupar el papel o la pantalla en blanco, aunque sea con tintes surrealistas, pero estéticos y capaces de hacernos sentir entre las dificultades y hasta los desvaríos de convertir en fácil la dificultad del lenguaje y su comprensión. Esos son los sueños.

Y ahora, amigo Manuel, para no ser tan trascendetales y que se note que esto puede ser club de leídos trasnochadore, antes de mirarme en el espejo díme una cosa: ¿Tú cuándo sueñas? Creí que para eso, para soñar, antes había que dormir. (...) Ah, que no, que esos son otros sueños.

Gracias, Manuel. Que te aprovechen los dulces de Alicia, y, como siempre, recibe el aprecio y el cariño de este amigo.

Anónimo dijo...

Alejandro ya me parecía que tardabas en poner una nueva entrega. He leído este cuento con delectación. Sabes que en el grupo de acá se te aprecia. Como en ocasiones anteriores he analizado cuanto dices, ahora con la ayuda crítica de otro compañero, que ya te había disfrutado leyendo antes. No acabamos de entender por qué el primer señor que comenta (Valeriano) lo hace en ese tono y aportando tan poco. Dice que perfecto pero que le falta información o que el cambio no le gusta. Todo respetable, por supuesto. Luego en otra intervención que hace después parece que se desdice, no muy convencido. Hay opiniones veladas que no acaban de decirte las cosas abiertamente. Primero te voy a hacer partícipe de mi parecer, saliendo al paso de lo que anuncias: no cambies nada. El cuento tiene lo necesario, nada le falta; tiene metáforas y simbolismo, creas bien las escenas y muestras con pocos detalles a los personajes y la sintaxis es perfecta. Analizado en consenso te diré qué vemos que le pasa: le pasa que rompe un poco con tu línea de lo que acostumbras. Trabajas con saltos en espacio y tiempo; en otros trabajos si lo haces no es de una forma tan marcada. Otra diferencia: vos pocas veces acabas con un final tan feliz, tan dulce. Pero tal vez no lo sea tanto. Tendremos que preguntar a Pablo si a partir de su cese es más o menos feliz que antes.

Todo es muy relativo, Alejandro. Sos buen escritor y con imaginación. Si eso fuera poco, estás demostrando tu agilidad y saber en medio de esa polémica, dura por el trabajo y la presión a la que estás sometido. Te juro que yo no aguantaría, y menos reflexionando tan fuerte para estar a esa altura. Eso ya te lo han dicho otros, con acierto.

Felicitaciones por todo, gallego, principalmente por cómo os movés en las distancias cortas.

J. Fraguas
Buenos Aires.

Anónimo dijo...

Es usted un maestro, amigo, pero...¿en qué oficina ha trabajado usted? Eso más que un acoso es un coso, no lo digo por el habitáculo taurino, sino coso de "cosa" en neutro. Algo como lo que cuenta pero al revés pasaba en una pelicula americana, de "Joliwud" en la que trabajaba Demi Moore. Y es que las mujeres traen mucho lío. Se lo digo yo que soy mujer y nunca me pondría de directora. Perdón por meterme a comentar en su blog pero he entrado al ver el tema y he intervenido. Enhorabuena por su blog, aparte de todo.

Ana Aguirre

Alejandro Pérez García dijo...

Gracias, Fraguas por la lectura y comentario crítico. En esta ocasión reforzado, dices, con la ayuda de otro compañero. Valoro tus consideraciones y acepto lo que me dices sobre ese cambio estructural o de estilo que adviertes. Tienes razón. Este cuento nació de forma distinta a como suelen hacerlo en mí todos los demás. En cualquier caso, os agradezco a todos vuestras opiniones porque sé que están expresadas con respeto y con el mejor ánimo de ayudar. Y lo digo así y aquí, abierta y públicamente.

Creo que estar dispuestos a emitir y aceptar críticas es muy sano y nos ofrece la posibilidad de crecer y mejorar como escritores. Sin embargo, es un bien que nos negamos sistemáticamente. Unas veces porque no nos atrevemos a decir lo que pensamos, temiendo reacciones adversas; y otras, por no abrir la veda y evitarnos oír, después, lo que quizá no queremos. Naturalmente, todo ha de tener formas admitidas y plausibles, dentro del respeto, con ánimo constructivo y argumentos que avalen la crítica. Pero no lo hacemos, y si se hace es por el mero placer de provocar o acaso porque la mala calidad advertida tememos que nos salpique. El sí o el no, es cuestión de consenso. Esto podría ser un nuevo tema de opinión. La crítica es otro género literario. Dado el primer paso, y después de la carga que llevo, comprenderéis que mi voto sea "SI". ¿El siguiente...?

Saludos,

Alejandro

Alejandro Pérez García dijo...

Estimada Ana, no tengo el gusto de conocerla, aunque me llama usted amigo. Supongo que se ha acercado por aquí atraída por el chocar de las espadas. Como a todos y a todas agradezco su intervención, valiosa, donde recuerda –sin aportar nada- algo como lo que cuento, pero al revés. O sea, un lugar común, nada nuevo y de ningún valor literario. Digo esto con todos los respetos. Y con todos los respetos me atrevo a pensar que es usted mujer conservadora en hábitos y costumbres, pero no voy a entrar en esa guerra, que es de otro barrio. Sí que voy a entrar en el sentido de sus expresiones, que me sorprenden. Empieza usted diciendo que soy un maestro… y termina: “aparte de todo”. ¿Aparte de qué? Aparte de que haya puesto a una mujer en un despacho de dirección y a un hombre en los fogones de una cocina calentando los potitos de los niños? ¿Es eso lo que no le gusta? ¿Así mejor? ¿Prefiere seguir como nuestras abuelas? Dígalo abiertamente y así sabrán sus congéneres que no está usted dispuesta a hacer nada por cambiar el mundo, su mundo. Dígalo claramente. ¡Atrévase!

No tengo nada que perdonarle. Al contrario, agradezco su punto de vista, muy esclarecedor.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Estimado señor: perdone por haberle llamado amigo. Es lo que solemos decir la gente que se mueve en la red. En mi intervención había un tono irónico y usted ha tomado el rábano por las hojas. Y sepa que se equivoca abiertamente: llevo años trabajando en una oficina estupenda, no en un puesto directivo, y tengo un jefe encantador, que escucha y es amigo de todos y sobre todo soy bastante moderna o por ello me tengo. Lo de que las mujeres a veces causamos líos no va contra nosotras pues estoy orgullosa de mi género. Pero vamos lo que usted diga: sólo que, contrariamente a lo que piensa soy una persona bastante avanzada. Y no se preocupe: ni le volveré a llamar amigo y si entro en su blog, igual que he entado en otros de sus compañeros permaneceré callada que es lo que hago habitualmente. Y enhorabuena a Rebeca. Y enhoramala a Miranda. Por cierto ud. la pinta como una bruja asi que es usted rebequista y antimirandista. ¿Será que Rebeca es guapa y agradable y Miranda un horror por dentro y por fuera?
Un saludo y le reitero una cosa: mi comentario era en broma.

Por cierto, soy de Euskadi y he entrado en su blog y los de sus amigos gracias a la nieve.

Ana Aguirre

Alejandro dijo...

Usted perdone, señorita Ana Aguirre, o ¿es usted señora? Es igual. Sea lo que sea, le diré en primer lugar que puede llamarme como quiera, pero con coherencia y sin indicios de intencionalidad no definida. A mí me gustan las cosas claras. Y le digo esto porque todavía no sé qué quiso usted decir con "aparte de todo" (Enhorabuena por su blog, aparte de todo). Quizá intuya a que pudo referirse. Analizaré más despacio su texto.

En cualquier caso me alegra verla a usted más normal y más centrada, menos altanera y más sería, sobre todo después de confesar que su comentario anterior iba en broma. A lo mejor hasta me arranca usted una sonrisa, pero sólo porque sé que es de Euskadi y visitante de la nieve, ¿o de La Nieve?

Perdóneme si antes he estado un poco áspero, pero comprenda que usted pasaba por aquí en plan pasota y esto es una blogsfera muy seria, donde señoras y señores con mucha cultura dicen cosas muy interesantes. Y usted vino sólo para decirme que las mujeres traen muchos líos. Como si uno...

Respeto su ideologia y lo que piense de la mujer en el mundo laboral. Me alegro que trabaje en una empresa estupenda, como dice, y que sea mujer muy avanzada. Si así es, lo que debe hacer es incorporarse cuanto antes a la batalla por la igualdad que ustedes tanto persiguen y, como ya le dije antes, cambie el mundo. Claro que eso debe ser caro y de mucho esfuerzo. No sé yo si todas las señoras están dispuestas a mandar a los hombres a la cocina y quedarse de jefas o prefieren la comodidad de una nómina, aunque sea de crisis, en una empresa estupenda.

¡Ah! No soy rebequista ni mirandista. Soy del equipo que trabaja y se compromete con la sociedad de su tiempo y que lucha por una justicia igual para todos. Y otra cosa, hágame el favor de volver por aquí, pero sin bromas, a aportar sus conocimientos literarios, los que tenga, porque aquí nos dedicamos a eso, a la Literatura. Así, quizá algún día, acabemos siendo amigos de verdad.

Saludos cordiales.

Alejandro

Anónimo dijo...

Alex...si entras en la guerra del machismo-feminismo... esa vertiente da para mucho...y eso que Nelken no ha entrado todavía a comentar, je, je...pero vamos que yo creo que el tema de la "guerra" de los géneros es ajeno al tema principal que se debate ahora, aunque hay que reconocer que la entrada te lleva a estas derivaciones. Yo, como en el tema literario no entiendo de distinciones y creo que, tanto en la Literatura como en el Arte, hay escritores/as y artistas (mira aquí el término engloga a los dos géneros) del máximo y mínimo nivel, independientemente del tema de los sexos..pues...me siento ajeno a cualquier discriminación.

Diferencias biológicas hay. Emocionales, yo creo que también, consecuencia de esas diferencias biológicas. Pero intelectuales no hay ninguna. Desde luego hay mujeres y hombres inteligentes y tontos, pero no por razón del sexo, evidentemente. A todo esto...yo lo que quería era no seguir en el asunto y mira...
Un abrazo.

Port

Alejandro dijo...

Emilio, nada más lejos de mi intención que entrar en ninguna guerra (con el miedo que pasé en la mili), y menos en la del machismo/feminismo. En eso no creo que las mujeres me vayan a crucificar. En esta ocasión (y siempre) las esoy tratando con mucho cariño, como si fueran reinas. Será dificl olvidar este plano definitivamente, y menos ahora, que el motivo de esta tertulia/debate ha sido un cuento en el que se ventilan situaciones conflictivas entre Pablos y Rebecas.

Estoy de acuerdo en casi todo lo que dices sobre diferencias y discriminaciones, aunque sé que tú basas estas cuestiones más en el capítulo intelectual y cultural, mientras que yo me quedo, además, en la escena pragmática, sobre todo en el mundo laboral. Todos sabemos que mujeres con igual preparación que los hombres no reciben en mismo trato, sobre todo en el económico, de una forma descarada en la empresa privavada, y más aún en las pymes. Amén.

Y dicho esto, propongo centrarnos en la Literatura y en la presencia que tiene en la vida, en la cotidiana y en la otra: en la coloquial y en la figurada, en la que hace la foto del día y en la que recrea los sueños de la noche, estas noches que pasamos en vela buscando describir con arte el suspiro que se nos cayó, la lágrima que nos tragamos, la mirada que nos regaló la estrella de enfrente, el abrazo del amigo antes de pinchar en "INICIO > APAGAR".

En eso os espero. Amigos y amigas.

Besos y abrazos

Anónimo dijo...

Sea. Aunque aqui apaguemos a otra hora. Acabo, prácticamente, de tomar mi lunch. Así que yo me quedo "de guardia" en mi lejana garita austral. Bueno, esto está dando mucho juego. Literatura, Sociología, Psicología...yo no veo mal que se mezclen materias y disciplinas distintas. Nada es puro. Y, además, todo es objeto del Arte y la Literatura.
Best regards.

David N.

Emilio Porta dijo...

Señorita o señora Ana Aguirre: es usted una mujer con sentido del humor y realista. Me gusta. Espero que se tome a bien todo lo que le dice mi amigo Alejandro. El es, evidentemente, un luchador por la justicia en las relaciones humanas y laborales. Hágase de los suyos, es el bando de los buenos. Por cierto, veo que es usted visitadora y lectora habitual y eso hay que agradecerlo. A mi no me importaría que usted entrara, si hay ocasión, en mi blog. Para discutir un poquito. No se corte. A mi me encantan los debates. Agilizan la mente.
Un saludo.

Alejandro dijo...

Efectivamente, amigo David. No es malo que se mezclen opiniones y temas de la vida con Artes Puras y materias de ensayo y pensamiento. Todo es importante porque todo nos preside cada mañana. Pero habíamos dicho que aquí veníamos a cincelar figuras y situaciones con los buriles del lenguaje, con el diseñar de la palabra, con la estética de la imagen hablada. Y eso es, creo, Literatura: Arte Eterno...

..."La eternidad es una de las raras virtudes de la literatura".
(Bioy Casares)...

...Con él os dejo. Abrazos, besos.

Alex

Manuel dijo...

Yo creo, queridos amigos, que aqui va haciendo falta un poco de "3 en 1"... Y voy a tratar de salir por los cerros de Ubeda, que mira que son bonitos. ¿Verdad?.

Todos hemos oído hablar del "Genotipo". Si, el Genotipo es la dotación genetica que un ser vivo posee y que condiciona toda su funcionalidad, bla-bla, bla-bla...

Pero a mi me interesa traer aqui otro concepto: El FENOTIPO... Este término, quizá, es menos conocido.

En la especie humana no existen diferencias en lo referente a sexos en cuanto al GENOTIPO a no ser por los famosos "cromosomas sexuales"; si, esos que conocemos como "X" e "Y" y que según aparezcan mezclados (XY) o duplicados (XX) condicionan que el especimen sea macho o hembra. Y así, en el Reino Animal.

Por tanto, con excepción de determinados factores físicos que dependen directamente de la función hormonal y, por tanto, de que el individuo sea XX o XY, a mi pobre entender, la dotación genetica común actúa de igual manera sobre la inteligencia, la capacidad laboral o intelectual, etc. Por tanto, aceptamos como principio, que las discriminaciones son culturales, sociales o históricas. Nunca genéticas.

¡Mira que divago!... Porque a mi lo que me interesa es el FENOTIPO. Y este palabro define aquellas caracteristicas genéticas que "afloran" al exterior. Es decir: si somos rubios o castaños; si nuestros ojos son azules o marrones; si somos altos o bajos, obesos o delgados... Claro, que en el Fenotipo se engloban también otras maravillosas características diferenciadoras de los sexos, que nada tienen que ver con la inteligencia y mucho con la perpetuación de la especie.

Por ejemplo, los caracteres sexuales secundarios en la mujer, constituyen parte del Fenotipo. Así que, posiblemente, algunos fenotipos, para algunas personas, podrían resultar "inmejorables" y constituit toda una fuente de inspiración que ha sido puesta, evolutivamente hablando, ahí, para que la especie no decaiga.

En resumen: Si el hombre es más fuerte, físicamente, que la mujer, eso depende del XY y, como consecuencia, de la actividad que las distintas hormonas tienen sobre el desarrollo muscular. Si los Fenotipos colaboran a la atracción inter-sexos y, por tanto, a la fecundación y continuidad de la especie, ¡bienvenidos sean!.

Pero quede claro que ninguna diferencia biológica hay en cuanto a inteligencia, capacidad o eficacia entre los sexos.

¡Hala!

Anónimo dijo...

A mi es que me encantan las pequeñas diferencias esas de las que habla Manuel. Y las similitudes, en algunos aspectos, me gustan menos. Eso si, igualdad en el trabajo, igualdad en los derechos sociales...pero en los elementos esos que, primero contribuyen a perpetuar la especie y luego a hacerla menos aburrida...!Viva la diferencia!. Estoy encantada de compartir con usted, Manuel, el genotipo y diferir en el fenotipo. Buena explicación, amigo.
Los "lios" de los que hablaba, en broma, en mi intervención primera son debidos, generalmente, si he entendido lo de los fenotipos, a que estos condicionan algunas reacciones psicológicas del hombre y la mujer debido a que, para mí, alma y cuerpo están altamente relacionadas, es decir, son lo mismo. Y, por supuesto, debido a educación y algunas malas interpretaciones y condicionamientos ambientales y culturales. Es evidente que, cuánto más evolucionada esté una sociedad, habrá menos "tonterias" falsedades y absurdos, tanto masculinos como femeninos. Pero parece ser que el tema del sexo está inmerso en el diferente fenotipo y no me negaran los contertulios que es un elemento fundamental en la sociedad. En este mismo relato parece que juega un papel, ¿no?. Y, es evidente que lo cóncavo es cóncavo y lo convexo convexo, aunque, desde una determinada perspectiva puedan ser lo mismo. También la teoría cuántica nos dice que todo está a la vez, indistintamente, en el mismo sitio pero yo siento que ustedes están en un lugar y yo en otro. Me refiero fisicamente. Por ejemplo, yo amanezco y veo el puerto de Bermeo y ustedes verán sus respectivos paísajes. Y es que la percepción lo es todo. Aunque todo sea lo mismo.
Saludos. Y gracias por su extraordinaria, aclaratoria y altamente útil, intervención, Manuel. Aparte de flores y diatribas me encanta entrar en un blog del que salgo sabiendo cosas nuevas o evolucionando en mis opiniones e ideas. Esto es lo bueno de confrontar, si eres inteligente y no un cenutrio o cenutria, que siempre se aprende. Si se escucha, se aprende.

Ana Aguirre

Anónimo dijo...

Alejandro y David, perdonen, pero yo creo que la Literatura sirve a la vida. Y, por tanto, hablar de la vida, literariamente, o sea, empleando la letra impresa, es confluyente y no excluyente, como ha demostrado Manuel. El ensayo, trate de lo que trate, es un género literario. A veces, delicioso. Supongo que ustedes han leído a Marañon, Ramón y Cajal y Ortega. Yo sólo algunas cosas. Pero vaya prosa, sobre todo en Ortega y Gasset. Literatura de la mejor.

Ana Aguirre

Ana Aguirre

Anónimo dijo...

Magnífica apostilla Alejandro. Y sí, hagamos todos un pequeño esfuerzo para que, a través del lenguaje, se exprese el pensamiento. A mi me gusta mucho leer y, no cabe duda de que algunas de las intervenciones subsiguientes a esta entrada tienen un gran nivel, empezando por las suyas. Entré por curiosidad y, si esto sigue así, continuaré por necesidad de lectora. Y un poco habladora, perdón, pero espero que lo que he dicho sea también de algún interés para alguien.

A. Aguirre

Alejandro dijo...

Querido Manuel, agradecido por tu presencia, iba a aplicarme tu "3 en 1", pero luego, cuando he visto lo de "X" e "Y" he empezado a marearme un poco. Más que nada por los madrugones y las nochecitas que llevo. No te digo más que creí que íbaa a hblarnos de tallas o de ecuaciones algebriacas. Como no me entraba muy bien tu producto lubricante por las rendijas del entendimiento, me dije: Mejor una lata de "Gulf", de las grandes. Pero con la fiesta del libro estaba cerrado. Así que he leído con toda atención y, la verdad, está muy claro: iguales, pero distintos; opuestos, pero complementarios; rivales, pero atrayentes. Vamos, imprescindibles los Pablos y las Rebecas.

Y luego, cuando Ana Aguirre ha hecho esa disertación tan completa de mujer avanzada, que trabaja en una empresa estupenda, y viendo que casi coincidíamos, me he quedado contento y tranquilo, y más haciéndome recordar el baile de los atunes, bajo la luna, en las costas del Cantábrico.

En definitiva, creo que en estas tertulias todos decimos lo mismo, pero de forma diferente, con matices y sombras que enriquecen, desde distintos punto de vista: desde la omnisciencia o la cuasi omnisciencia, desde el personaje testigo o desde la acción de un interviniente, desde el prota en el corazón del conflicto o desde la palabra de alguien que pasaba por alli. La vida misma, la Literatura pura y sus facultades de habitabilidad en nuestra relaciones.

Manuel, perdona, se me fue el foco narrativo, pero que sí, que te he entendido y que te agradezco que aparezcas por aquí cuando el sueño de dormir, no el de soñar, hace que chirriemos faltos del sustento vital.

No obstante, como tu tema me ha gustado, te prometo que abundaré en la enseñanza.

Un abrazo para todos.

Alex

Alejandro dijo...

Estimana Ana, pérmitame que le diga que me siento un poco desfavorecido respecto del trato que concede a los demás contertulios. No es que esté celoso, no; no es eso, pero es que veo que se dirige a los demás desde un cercano tú y a mi desde el puerto de Bermeo, que está un poco más allá, o sea, de usted. Bueno tampoco tiene mucha importancia. Lo importante es que estamos aquí para compartir, complementar y hablar de Literatura.

Ha sacado usted (yo sigo en esta distancia, mientras la dama no permita otra cosa) a la palestra un tema de gran importancia. Ha dicho, palabras textuales: "El ensayo, trate de lo que trate, es un género literario. A veces, delicioso". En contra de lo que muchos creen, así es. A mi no me cabe ninguna duda, y, además, en muchos casos, es delicioso por eso, porque es Literatura.

El ensayo es Literatura, siempre desde mi personal punto de vista, por estos ingredientes adoptados del Arte Literario:

1º).- Todo ensayo que se precie, se aleja del lenguaje coloquial para ser construido con un estilo culto, estético.

2º).- Su conenido se sustenta en el estudio y análisis del tema que, partiendo de una hipótesis, demostramos.

3º).- Tiene fuerza en su expresión, basada en la claridad argumental y exposición clara de lo que pretendemos tratar.

4º).- El uso de la palabra es pulcro. Aquí más que en ningún género la palabra debe estar al servicio de texto, nunca para lucimiento del autor, narcisismo que tanto abunda.

5º).- La corrección gramatical es imprescindible, como así mismo la construcción semántica.

6º).- El ensayo es pura comunicación. La Literatura es el arte de comunicarse la sociedad.

Habra más, que se me ocurrirán esta noche, cuando sueñe. No sé, mi estimada y siempre distinguida ana Aguirre, si con estas afinidades que nos unen tendrá usted a bien concederme el privilegio del tuteo.

A sus pies, y mi casto beso.

Alejandro
P/D: Aviso a navegantes. Este finde no me veréis por aquí. Me debo a oros menesteres y a la presentación el Autobús 538, conducido por nuestro jefe Santiago.

Anónimo dijo...

Jope, Alejandro, te has ganado el tú...!me encanta tu comentario!. Una muestra de cultura y saber. Vaya, al final terminaremos siendo amigos. ¿Qué tal, en el futuro, una merluzita de Bermeo?. Gracias por la confianza. Sí, yo creo que, pasadas las presentaciones y primeras palabras, con todos empleé el usted, podemos tutearnos. Esto es la red. Y ya me contareís si se puede una hacer miembro de Escritores en Red, aunque si hay que tener algo publicado yo solo tengo alguna colaboración en alguna revista.
Un saludo y gracias.

Ana Aguirre.

Mari Carmen Azkona dijo...

Querido Alex, el otro día me dijiste que quizás escribir sea un elemento de equilibrio emocional y estoy de acuerdo.

Desde que tengo uso de razón, la literatura ha sido siempre importante en mi vida, pero sólo como lectora. Era una buena amiga que jamás me abandonaba. Con ella viajaba, aprendía, soñaba...pero un día, tras la perdida de un familiar, le di la espalda. Me sumí en un duermevela triste y oscuro. Gracias a La Nieve, la literatura, o más bien la escritura me ayudó a recuperarme. Mientras pintaba mundos imaginarios, inventaba personajes...me distanciaba de mi dolor.
Como ves, mi caso es un claro ejemplo de que escribir puede ser un elemento de equilibrio emocional, una válvula de escape.

Yo creo que escribir es la extensión física de nuestras necesidades emocionales. Necesitamos comunicarnos, reflexionar, soñar, sentir...¿No os sentís mejor cuando dejáis un pensamiento, un recuerdo...en un papel?

De todas las maneras no importa la razón que impulsa a escribir...por favor no dejéis de hacerlo.

Besos y abrazos para todos.

Alejandro dijo...

Estimada Ana, te agradezco la proximidad del tuteo. Mejor así. Todos los que nos encontramos en cualquier espacio de esta blogsfera somos buenos amigos, aunque, como ves, no siempre estemos de acuerdo en todo. Eso no importa. Basta con que nos una el espíritu de compartir nuestra literatura y aprender y disfrutar con ella.

Naturalmente que acepto esa merluza en Bermeo, o en Ondarroa, o en Lekeitio, donde quieras, pero alli mejor los atunes ¿no? No sé, tu dirás. Y claro que puedes pertenecer a esta lista, larga ya, de ESCRITORES EN RED; no es necesario tener ningún libro publicado, basta con que escribas y estés de acuerdo con los fines de esta asociación. Para ello, entra en:

tp://www.erabradomin.org/ofer.htm

y sigue las instrucciones en el apartado correspondiente a las nuevas inscripciones. Será un verdadero placer compartir contigo inquietudes literarias, cosa que puedes hacer como hasta ahora, mientras te das de alta.

Acepta mi bienvenida y recibe un abrazo de amigo.

Alex

Alejandro dijo...

Querida Mari Carmen, me alegra saber que coincidimos en que la Literatura, además de otras cosas, nos asiste en nuestro equilibrio emocional, como decía en un comentario anterior.

La Literatura, como otras expresiones artísticas, nos permite comunicar y comunicarnos. Nos comunicamos con nosotros mismos y nos decimos lo que necesitamos oir pero que nadie nos dice. No siempre la creación literaria se nutre de los sentimientos del autor. En muchas ocasiones el escritor crea escenas con emociones ajenas, que no le corresponden, aunque haya sido testigo cercano de su gozo o sufrimiento. Sin embargo, en muchos casos lo que hacemos, más que escribir, es describir desde nuestro sentimiento (bien de tristeza o de alegría)esa percepción que anida en nosotros. No siempre tenemos valentía suficiente para hacer públicos esos sentimientos, pero sí que nos hacemos a nosotros mismos emisores de nuestra expresión. Algunas veces, nos contamos los hechos como fueron porque queremos que permanezcan vivos con nosotros, como podría ser el caso de la pérdida de un ser querido. Otras veces, narrando el suceso hacemos un plagio de la realidad intentando que el final (de la historia que pudo ser trágica) sea menos traumático, o como más no acomode.

¿Qué te voy a decir?, querida Mari Carmen, si tu lo has explicado muy bien.

Gracias por volver. No me faltes.

Besos.

Alex

Emilio Porta dijo...

Esto si que es un blog con un concepto dinámico de la escritura.
El autor escucha...no sólo a los comentaristas...sino los propios personajes de su relato...que deciden que deje en él sólo lo esencial. Y vaya que lo has hecho, Alejandro. Me encanta esta versión. Le has quitado mucha paja...y El Ascenso, ahora, sin modificar el contenido, es más exaxto y...curiosamente, más abierto. Ya no está tan clara la bondad de la dirección general...quizás ahora el ascenso de Rebeca se deba a otras cosas(gran acierto que no sea el narrador el que nos cuente "su ascenso final" sino que sean una "literaria" en el nuevo final el que nos de la clave...todo igual de claro, pero más sugerido)...En fin, estoy encantado con la nueva versión. Ya sabes que me encanta la síntesis y creo que la versión primera (bien nos advertiste que solías trabajar tus textos) contenia demasiadas explicaciones sobre Rebeca...y Miranda. Los tipos están perfectamente definidos por los hechos. Y lo que ocurre también.

Y AHORA VAMOS A ESE TEXTO que has introducido antes del relato. Pues muy bien: aceptas el envite propuesto por la propia dinámica del blog. Lo haces a posteriori, cosa que no importa mucho, porque lo importante, en todo blog, es el resultado final. La versión final es la que "asume" la propia dialéctica e interacción con los lectores ( no sólo con tus personajes, je, je)...¿será que a mi me encantan los debates? ¿O es que, como se ha acabado la mesa redonda sobre Poesía agradezco que en otro blog se abra una nueva vía de "ensayo" y pensamiento sobre algo más amplio, la propia Literatura que tantos de los que aquí escribimos llevamos en la sangre?.

Sólo puedo felicitarte, Alejandro. Porque, además de ser un magnífico escritor has demostrado una cintura y una flexibilidad que para si querría, en el campo literario, el propio Messi.

Vamos que demuestras que la inspiración sin trabajo es una enteleguía...y el trabajo, en Literatura, sin inspiración...un acto voluntarista que, a menudo, no pasa a mayores.

Mira, EL ASCENSO, y todo lo que conlleva alrededor, ha pegado un auténtico subidón.

Vamos a ver hasta donde llegamos.

Anónimo dijo...

Al repasar el comentario anterior veo que me he "comido" una cosa. Quiero decir que me parece un acierto que el ascenso final de Rebeca se de al lector mediante una elipsis, en vez de contárselo. El rótulo es una imagen literaria directa y sorprendente, que dice lo mismo, pero sin contarlo y explicarlo. Ademas, introduce algo fantastico. Esa dirección general, que no da explicaciones a Mar Miranda y la echa, se supone que por "la buena marcha de la empresa", nos sorprende también, para sustituirla, con una "decisión" directa e inmediata sobre Rebeca dejando claro "quién es la ganadora" y poniéndolo a la vista de todos. El proceso, quedará oculto para el resto de los empleados...y la razón suprema de los dirigentes ni siquiera tiene necesidad de ser explicada...
(¿es justicia, es temor a que es sindicalista, es demostrar quien manda...?)
Me gusta mucho todo el planteamiento general...y ahora el cuento, no sólo gana siendo menos prolijo y menos explicativo de lo sucedido, sino también con esa "pequeña sorpresa" final que siempre agradece el lector.


Port

Alejandro dijo...

Gracias, amigo Emilio, por estar siempre tan pendiente de las actualizaciones de los blogs y de la metamorfosis de los textos y sus autores, como en este caso. Yo no voy a opinar, de momento, de esta nueva versión. Prefiero que sean los lectores, si a bien lo tienen, quienes comenten el cambio razonadamente, con argumentos.

Querido Emilio, después de lo que ha caido y de haber entrado al trapo en esto que tú llamas debate y yo tertulia, no voy ahora a decir que no acepto, a pesar del sueño que paso y después de mantener en la dirección a Rebeca, que cualquier día me manda al paro.

Deberán ser los lectores los que con su buen criterio sigan opinando sobre el resultado final, sometiéndose entre ellos al intercambio, fructífero, de opiniones.

Naturalmente, supongo entre los lectores a algunos compañeros de la blogsfera. Ellos serán también los que tendrán que aceptar el debate, no sólo a la hora de emitir comentarios, tambien para recibirlos. Ya lo dirán. No obstante, entiendo que quienes pusieron sus comentarios en la versión anterior dejan claro que sus blogs están también dispuestos a la recepción de estos intercambios críticos, siempre expresados, como ya he dicho, dentro del respeto y la amistad, y con ánimo de enriquecernos todos.

La Literatura está entre nosotros, con nosotros. Ella nos abre puertas a caminos sin fin. ¿Los exploramos desde la comunicación?

Abrazos para todos.

Anónimo dijo...

Uno opina siempre, aunque no opine, Alejandro. Permíteme que, antes de dar carpetazo a la noche austral, te diga que me alegra mucho el punto de discusión y convergencia que últimamente veo en la blogsfera. Cada blog debe ser, para mí, un pequeño foro. Incluso con nosotros mismos. Como decía Heráclito nada es igual con el transcurso del devenir. Todo cambia constantemente. La gran ventaja de la obra lanzada al viento en internet...es que mañana puede incorporar nuevas percepciones y pensamientos. Yo creo en la vida como algo dinámico y por lo tanto lo Literatura debe serlo. De hecho ese "dinamismo" se produce también con la "lectura" pues nunca leemos de la misma forma, nunca "nos bañamos dos veces en el mismo rio". Si te sirve de algo, a mi también me gusta más el texto con la sintetización y los cortes que has hecho. Y, lo que me gusa sobremanera es el tono y el contenido de tu blog, también, y mucho, las cuestiones que planteas, las reflexiones sobre la escritura. Un abrazo.

David

Alejandro dijo...

Gracias, David, por pasarte por aquí antes de cerrar la noche al otro lado del mundo. Tienes razón, Heráclito, el filósofo de los aforismos ya sentenciaba que el fundamento de todo está en el cambio permanente. Y lo dijo cinco siglos a de C., cuando no había tanta posibilidad de cambiar como ahora, ni tantas prisas por llegar, ni los medios que tenemos hoy para acortar distancias.

Digan los filósofos lo que digan, que todo lo dicen muy bien, el hombre actual está siempre sometido a cambios contínuos. Unas veces impuestos por la sociedad, otras por esa necesidad que tenemos de descubrir y descubrirnos. No sé si, como dices, nuestros blogs están sometidos a ese cambio constante que insufla la vida que bulle en cualquier foro. No sé, no sé...

No sé con qué intención has dicho eso de que la lectura es dinámica(es muy cierto) y que "nunca nos bañamaos en el mismo río". Eso ya... Podemos bañarnos en el mismo río, amigo David, pero no en las mismas aguas, si queremos que sean corrientes y limpias. Ni sumergiéndonos en la misma presa del mismo rio nos mojaríamos igual hoy que mañana. Así, como el agua de los ríos, es de cambiante la Literatura, tanto que cuando nos adentramos en ella nos advierte que podremos ser esclavos de muchos avatares, pero no de nuestra indentidad, de nuestros estilos, porque cuando nos surja una oportunidad de cambio, hay que cambiar. Es el devenir de la Literatura, viva y dinámica.

Así, ¿por qué no cambiar El Ascenso? Me alegra que te gusten los recortes, pero en ello no debo atribuirme ningún mérito, todo ha sido iniciativa de los personajes que, vivos también, vieron la ocasión de cambiar y cambiaron. No sé si ellos sabrán algo del filósofo de Éfeso, quizá sí.

Te deseo un buen pasar en Adelaida, donde, ¡por cierto!, creo que ahí, gracias a los CAMBIOS orquestados por el ministro Dunstan en 1970 floreció de forma espectacular la vida artística con la creación del "Festival de arte de Adelaida". Fue así, ¿no? Ya nos contarás.

Y mientras nos cuentas, abrazos y besos para todos y todas.

Anónimo dijo...

Alejandro he estado unos dias fuera y estaba deseando de ver como iba esta cosa tuya. Veo que has cambiado el cuento pero no ha cambiado. No se lo que diran los demas, a mi me parece que le falta algo. Le falta bastante pero queda todo igual. Bueno está bien tambien ahora. Y dicho esto y que me alegro por la particpacion que tienes os doy las gracias por aclararme algunas cosas del cuento y del relato. Ahora ya se yo lo que leo. Y no molesto más.

Saludos de Luis Martín

Alejandro Pérez García dijo...

Amigo Luis, supongo que habrás estado en la romería de tu pueblo, y eso que me dijiste que este año, por tu salud, te ibas a dedicar más a leer que a piongonear. Pues mira, si es así, mejor.

Después de deshojar la margarita (si, no, si, no...), has acabado con el "sí", con que te ha gustado el cuento como ha quedado. Me alegro. Ahora sabes una cosa más: que en Literatura, como en casi todas las cosas de la vida, todo cambia y todo puede mejorar.

Me alegro también de que las explicaciones que te dimos sobre el cuento te quedaran claras. Quizá alguien más puede añadir más cosas al tema.

Agradecido por tus atenciones, recibe un abrazo.

Alejandro

Anónimo dijo...

Si, sí, Alejandro...en las mismas aguas, eso quise decir, pues el agua fluye, etc. etc. En qué estaría pensando...Lo cierto es que, después de tantos siglos, hay cosas que nos siguen valiendo como reflexión...Ayer estuvimos leyendo en clase de El Banquete, de Platón y te das cuenta como los debates no han cambiado tanto...versan sobre casi las mismas cosas. Claro que, hace cuatro millones de años que es el último cálculo de la aparición del "hombre" ( un homínido antepasado directo) en el planeta. Entonces no había nada que discutir: sólo procurar la supervivencia fisica: alimento, cobijo y reproducción. La Literatura y la Filosofía son, pues, inventos modernos, reflejo de la inquietud transcendente de un hombre que quiere ir más allá de los estados primeros de conciencia, los que le llevan a comunicar el peligro, o donde se encuentra comida, y que, hoy, son aspectos mecánicos que se suponen primarios. Cuidado...que aún ahora es mucho suponer: que no todo es Occidente o el Oriente desarrollado.
Pero vamos, todo viene por mi alabanza del cambio continuo, generalizando,del progreso. Aunque tengamos algo en cuenta: para progresar hay que partir de algo. Y algo que valga como pilar sólido, asentado.
En Literatura esto no es una excepción. Sin duda, para mí, hemos subido de piso, aunque a Luis Martin parezca gustarle más el entresuelo. Sobre gustos no hay nada escrito. Bueno, sí, hay bastante escrito. Lo más escrito es el punto de partida del propio autor que nos ofrece su obra. A mi, que me gusta mucho la tuya, reconozco más al Alejandro Perez de "Leña y papel y otros cuentos" en esta última versión. Véte tu a saber, además, si es la última.

Buenos días desde esta maravillosa - lo es realmente - ciudad de Adelaida, sobre la que veo, Alejandro, que te has informado muy bien. Es una ciudad antigua - todo lo antigua que es Australia, fue uno de los primeros asentamientos - y, al mismo tiempo, moderna. Es una auténtica preciosidad, con playa a un lado, colinas llenas de viñedos a otro, un precioso parque con rio en el centro, y llena de monumentos y vida. Es, y he visto bastante mundo, un lugar maravilloso para vivir.
Australia, todo el país, es una sorpresa para el viajero. Un auténtico nuevo mundo con raíces en la tierras sajonas, pero también en las mediterráneas. La mitad de la población tiene ancestros ingleses y escoceses... y la otra mitad los tiene griegos, italianos...incluso algún español. Pura fusión...aunque no se respetara demasiado la cultura aborigen, que hoy, si, está muy protegida.
Saludos.

Nihalat

Mari Carmen Azkona dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mari Carmen Azkona dijo...

Alex con lo bien que cuidas a tus personajes. Les llevas a un crucero por las playas de la Gaznata y te lo pagan así, rebelándose. Mira que son desagradecidos...pero quédate tranquilo, no lo han hecho por ti. Les hemos vuelto locos entre todos. Que si Mar Miranda esto...que si Rebeca y Pablo...hemos casado a los gemelos...en fin, que no me extraña que se hayan cansado. No obstante, me alegro de que hayan decidido quedarse en la esencia. Tus personajes se han aplicado lo que en una clase magistral sobre micro relatos me dijiste.

Como habéis dicho Heráclito, Emilio y tú todo cambia nada permanece...Y en este relato ha habido un cambio sustancial en tu forma de escribir, como bien apuntaba F. Fraguas.
Nos tenías acostumbrados a cuentos donde la descripción del personaje y su entorno primaba sobre la acción. Tus relatos eran como un cuadro impresionista. Pintabas a los personajes como se presentaban ante tus ojos, sin preocuparte de idealizarlos y sin olvidarte de la luz que les rodeaba.

“El ascenso” es más dinámico, tiene más acción...y lo que has conseguido con los cambios que has hecho: has quitado descripciones que paralizan la acción, los verbos son de movimiento...Y el final, que sugiriendo dices más, lo dices todo...Qué quieres que te diga si tu eres el maestro.

Besos y abrazos...lo que hagas estará bien.

Alejandro dijo...

No, no, David. Los debates no han cambiado nada. El hombre sigue y seguirá siempre empeñado en presentarse como alguien capaz de aportar algo posivito a los demás. Eso supone un atractivo, sentirse útil, sobre todo cuando se intenta defender una tesis; si se consigue la defensa, será como un triunfo. Eso debe ser un subidón grande, ahora y en la antigüedad. Digo debe ser, porque yo... no soy capaz de defenderme ni a mi mismo.

Y no me defiendo porque no me gustan las discusiones, ya lo he dicho más veces, quizá porque todavía recuerdo algo que lei, creo que era de un austriaco, tal vez Fritz y Frizt (a ver si alguien también me va a crucificar si ahora no digo bien esto). Decía algo así como que los hombres utilizan las discusiones para hacer callar al adversario, más que para demostrar con conocimiento una treoría. Pero es que la discusión, quremaos o no, me guste a mí o no -y por eso pierdo todas las peleas- está siempre donde está la ciencia. También está donde está la Literatura.

Gracias, David por esas explicaciones tan extraordinarias que me das de Adelaida. Bueno sería recluirse una temporada en aquellos lares, a la sombra de los viñedos que dices. Desde allí, desde la lejanía, quizá se vea más claro lo que, desde cerca, a veces no se ve.

Abrazos

Alejandro dijo...

Querida Mari Carmen, ya lo ves, con lo bien que cuido a mis personajes y los muy ca... van y se me ponen en huelga. ¿Tú crees que hay derecho? Sinceramente, creo que si, que hacen lo de deben. Cuando el débil protesta es por algo. Cuando se enfrenta al fuerte es que debe estar muy harto, sabiendo que a las malas -por desgracia- sólo le queda perder. Pero claro, los débiles no son tontos, y saben como supo Rebeca por aquella leyenda del pub que "La fiereza y el poder son quebrantables". Reciben la idea, la estudian, construyen su arma de discusión y se lanzan a la calle, a la pantalla en blanco, que es su calle. Plantean sus reivindicaciones al autor y este, que, aunque no lo sea, debe parecer inteligente, lo mejor que puede hacer es escuchar a sus criaturas. Ante los argumentos recibidos, no tuve más remedio que consentir. Pero no habrá acabado ahí, dejando hacer, mi misión. Lo que me espera es un ejercicio de reflexión, cambiar de óptica y volver a mirar desde otro punto de vista, más reposado, midiendo mejor los tiempos y las distancias, cerrar los oídos, y empezar de nuevo. Porque quizá a partir de ahora, como Mar Miranda, tendré que irme a ningún sitio.

Como ves, querida Mari Carmen, la limpieza de jerga y la eficacia no es cosa mía, sino de ellos, de los personajes, que siempre llevan la azón y ejercen de jefes como Rebeca.

Gracias por volver, tus palabras, siempre con buen tino, son bien recibidas.

Besos

Emilio Porta dijo...

Querido Alex:

Ahora me voy a poner serio. Eres un pedazo de escritor, inteligente, culto, un narrador excepcional como has demostrado con creces en un libro que es una de los mejores libros de relatos que yo he leido nunca: Leña y papel. Un libro que yo he comparado con, quizás, el mejor libro de relatos de un auténtico monstruo de la Literatura, Ignacio Aldecoa. Y cómo, lo repito de nuevo porque ya lo he dicho en oto comentario, has demostrado en todos los relatos que has colgado en tu página, incluida la última versión, mejor para mi gusto que la primera. Yo no se si alguna frase tuya de esta polémica entrada es un juego o no es juego o qué es, porque mira que te conozco y te aprecio, pero me estas despistando. Vamos que los personajes dices que se te han subido a las barbas...y que no tienes fuerza contra ellos. Diantre de Alex, vaya cuento. Tú eres el que mueve los hilos. Incluso cuando dices que no te gustan los debates. Que pierdes siempre: puta mentira, y perdona que hable así por una vez. En esta misma entrada llevas cerca de 90 comentarios en un espacio mínimo de tiempo...¿quién consigue eso si no es capaz de conducir un debate?. Tiene narices el tema: tus comentarios literarios son tan profundos que a mi me ha costado trabajo seguirlos, incluso tratar de poner algo a la altura de lo que has escrito. Si toda tu frustración viene porque, por una vez, los personajes quieren ser más concretos...pues mira, te aguantas, te comportas como Unamuno cuando el personaje principal de su novela ("nivola" como el decia) Niebla, una de las obras más importantes del principio del siglo XX, de nombre Augusto Pérez ( mira qué casualidad...) se enfrenta a él desde las páginas del propio libro y le discute sus ideas y opiniones.
Aquí, no sólo se han rebelado los personajes, me he rebelado yo mismo, que soy tu amigo y además crítico aventajado de tu obra, y hemos hablado por escrito y personalmente sobre el tema. Que las vueltas sobre El Ascenso nacen de un comentario de un compañero, no creo. Nacen de ti mismo. Y la prueba la tienes en que, desde el principio, tú mismo contestas que ninguna obra recién escrita está cerrada. No, Alejandro, no me trago lo de que pierdes, porque pierden los que no se arriesgan, pierden los que callan, pierden los cobardes, pierden los que no apuestan por la esperanza y la labor bien hecha. Tú, lo has demostrado con creces, eres excepcional: como escritor y como persona. Y sí, perdedores somos todos, y a mucha honra, contra otro tipo de gente: los poderosos, los manipuladores, los que no piensan más allá que en la corta visión de su egoismo. Tú, querido, no eres de estos últimos. Eres el mejor de los ganadores: has ganado la batalla de tu vocación, y también la de la vida. Y conmigo y con muchos, hasta de Avila, como ves, has ganado la batalla de la amistad.
Un fuerte abrazo.

Alejandro dijo...

Querido Emilio:

No tienes que ponerte serio ni trasnochar hasta el amanecer porque un amigo exprese sus cuitas existenciales, su sequía creativa, a partir de los personajes de un cuento y desde las vueltas que, efectivamente, nacen en mi mismo para pedir la ayuda experimentada del crítico que me arenga. Cualquier cosa con tal de mejorar lo que sea mejorable. Creo que esa no es actitud de quien claudica, sino todo lo contrario, ¿no?

Te veo crispado en tu comentario, y lo siento mucho. Yo te pido que mientras lees esto me imagines con gesto tranquilo y con la mirada de quien confía encontrar lo que ha perdido: las fuerzas creativas para manejar con eficacia a mis personajes en situaciones conflictivas y llegar sin sobresaltos al final propuesto, abierto o cerrado.

No creo, querido Emilio, que cuando un autor pierde algo tan importante como es el magnetismo para mantener cualquiera de los tres momentos de la creación artística (invención, disposición y elocución) piense que está frente a una situación baladí. Y no será un cobarde aunque deje todo, si, consciente de su pérdida, lo reconoce, lo expresa y corre en busca de solución, aunque la solución sea retirarse para reflexionar, cambiar de óptica y volver a mirar desde otro punto de vista, como dije ayer. Eso sí, con el ánimo de recuperar la forma y volver con los bríos de siempre.

Ese propósito de "retirada", que tampoco tiene que ser inmediata, nunca deberá considerarse como una huida definitiva. Entre otras cosas porque nadie puede escapar de la vida llevándose lo que no es suyo en exclusiva: en nuestro bagaje cultural hay lecciones que otros nos prestaron. Esa predisposición y la amistad ganarán siempre otra batalla en la vida.

Un abrazo grande, grande.

Anónimo dijo...

Alejandro y Emilio: No os comprendo, chicos. Desde mi retirada temporal de los blogs, estoy echando un vistacillo y me encuentro con esta... ¿polémica? He leído las dos versiones del cuento en cuestión (de la primera ya te comenté lo que pensaba, Alejandro). A nivel literarío no veo grandes diferencias; las dos versiones me parecen perfectamente válidas: un relato de ficción no tiene porque asemejarse a lo que realmente sucede en la vida. El autor del mismo puede hacer y deshacer,a su antojo, argumento, personajes, comienzo y fin. Creo que en ello está el sello personal de cada autor.

Querido Alejandro, a mi me encanta el tema que has elegido en este cuento y cualquiera de tus dos formas de contarlo.

Besos.

Mila

Emilio Porta dijo...

Querido Alex:

No es crispación, es ocupación de la mente, que no pre-ocupación. Ya me ha pasado alguna vez con algún que otro amigo escritor, en esta misma blogsfera...y ha estado a punto de pasarme a mi mismo. En realidad la vida va y viene, muchas veces fuera de nuestro control. Escribir, además de un trabajo, es un don, cuando se hace bien. Un regalo de la vida. Si tu crees que ese don se oscurece a veces y hay que reencontrarlo...nadie mejor que tú para saberlo pues sólo tú eres dueño de tu espacio y tu interior. Aunque yo creo que, a veces nos encerramos en una falsa idea clara. Toda crisis personal ( cambio es el verdadero sentido de la palabra) no entraña pérdida. Eso es lo que quiero transmitirte. Ahora mismo, precisamente, tu blog está vivo. Sí, se que echas de menos a otros compañeros...pero probablemente esta crisis es más general de lo que parece...y también profunda en otros amigos/as.
Hoy he tenido un mal día...mejor dicho, un día con demasíados frentes, y no he podido estar en los que más me interesaban o deseaba. En cualquier caso, parece que hay tiempos de paz y tiempos de batalla. Se que ahora deseas la paz, la paz que te permita respirar y sentirte bien contigo mismo y con el mundo. Algo de esto me parece que nos pasa a más de uno. Vamos a ver si conseguimos que esa respiración acompasada interaccione entre los amigos...y este verano, que empieza bruscamente y sin avisar, no nos pille con ropa de invierno. Que ha sido un invierno duro...y no se pasa así como así a unas nuevas coordenadas sin un coste.
Pero bueno, no hace falta que contestes a todo. Aunque eso sea lo que hace dinámico un blog. Ya ves lo que pasa si los compañeros no entran o no contestan en los suyos: el viaje se para.
Aquí no se ha parado nada, muy al contrario, como dice Mari Carmen, es cuestión de que los mapas se inventen los contornos un poco más allá de la realidad.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Mila: siento disentir contigo. Yo no veo el sello personal de Alejandro en la primera versión. Veo un cambio, pero no tan positivo como el cambio que también existe, en la segunda.
Pero no montemos más lios. Dejemos ya el cuento y las versiones. Alejandro ha iniciado un debate sobre Literatura. Y el campo de los blogs es un campo de incidencia. En su entrada habla de la crítica. Pregunta si se puede y se debe ejercer la crítica cuando se escribe, para otros ( o sea, se publica, en la red o en papel) una obra, sea del tipo y la longitud que sea.
Yo creo que si. Pero con argumentos. No se puede decir simplemente me gusta o no me gusta. Yo creo que hay que decir por qué. De otro modo no es crítica es, simplemente, una opinión subjetiva...y, a veces, un modo de poner azucar o acibar, según el vector para un lado u otro, en el corazón del autor.

Este es la primera cuestión que planteo: ¿los comentarios deben ser literarios?. Yo creo que sí. Por supuesto puede haber besos y abrazos o acercamientos personales - yo mismo los he hecho hablando del fondo "personal" de situación que, generosamente, Alejandro nos comunica. Pero, sinceramente lo que a mi - y creo que a él y a todo buen autor le importa es saber si "ha llegado a la mente del lector". No basta decir "Si, quiero" ó "No, me opongo". Hay que ir un poco más al fondo de las cuestiones.
Que conste, Mila, que no digo que tú no lo hayas hecho, aunque si lo digo en una pequeña parte, y mira que te tengo afecto y respeto. Digo que ha escrito la Mila Aumente amiga y, en otros casos, el amigo ha hablado personalmente y aqui ha expresado lo que demanda el blog y la entrada: Literatura. En forma de aproximación a un comentario-ensayo, en forma de columna, en forma de crítica.
Porque esto es lo que se entiende por un blog literario.
Con mi enorme cariño por los dos.

Port

Anónimo dijo...

Alejandro, Emilio, os invito a pasaros una temporadita en Australia, disfrutando del ritmo natural de la vida, con ciudades y pueblos todavía humanos, con gente que sonrie con bastante asiduidad y con un idioma que no os va a permitir escribir - digo yo, aunque nunca se sabe - en una temporadita: el inglés. Bueno, el inglés de aquí que, hablado, es incomprensible y escrito se parece a la lengua de Shakespeare, pero no del todo. Se que ambos teneís conocimientos del idioma...pero vamos, de escribir...!nada!. Por cierto, Alejandro, por aquí hay lugares increibles para pescar...aunque los mejores están en el Noroeste, en la Gran Barrera de Coral, a unos pocos cientos de kilometros de Brisbane, un lugar delicioso también. Más tranquilo que Sidney ( una ciudad sorprendente) y que Melbourne. Y en la línea de mi adorada Adelaida.
Así que dejar de decir tonterias y veniros para acá. No todo es escribir en la vida. Supongo que uno que os acompañaría, sobre todo por lo de ir a bucear a la Gran Barrera, sería el Doctor Martinez-Carrasco. Invitado está también.
Por lo demás...aquí empieza a hacer menos calor. Ya sabeís, el mundo al revés.

David

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Mila:

Creo que se entiende facilmente lo que pasa: ¡No pasa nada! Se ha abierto un debate donde cada cual expone, como tú, el punto de vista personal. Lo mismo se comenta el tema y la estructura del cuento expuesto -en las dos versiones-, que se habla de Literatura, que es en definita el tema central que nos une a todos. En medio de esas intervenciones cualquiera puede desvelar cuál es su situación creativa y otras cuitas. En unas cosas y en otras, los tertulianos pueden estar, o no, de acuerdo, pero el espíritu ha de ser, sobre todo, el de aportan opinión y matices nuevos que enriquezcan la idea de los demás.

Como ya te ha dicho Port, y según consta en la entrada, también está planteado el debate sobre la practica de la crítica constructiva en nuestros blosg, de forma respetuosa y razonada, expresando con libertad y sin ambigüedades lo que nos gusta y lo que no. Para ello puede servir de ejemplo El Asceno. Como ves, Port no está de acuerdo en lo que dices sobre mi "sello personal" del cuento. Tú tienes la palabra. Sé clara y sincera.

Como siempre agradezco tu visita y comentario.

Besos

Alex

Alejandro Pérez García dijo...

Querido Emilio, estoy totalmente de acuerdo con todo lo que dices sobre el don y la necesidad de escribir. Nada que objetar. Sólo añadiré que, como dijo Jesús Fernández Santos, "Escribir es proyectar un mundo a nuestra medida". Cada uno concederá a esa tarea la importancia que prefiera. En cualquier caso eso es algo grande, algo que requiere esfuerzo, concentración y tiempo. Con esas exigencias no podemos distraermos en menesteres que nos desborden, salvo que seamos verdaderos genios o superhombres. Yo no lo soy. Por eso de vez en cuando el foco de desvía y pierdo la perspectiva de la imagen que pretendo retratar con palabras. Creo que a eso se le llama crisis y, como bien dices, es frecuente cuando aceleramos más de lo debido. Pero no te preocupes, querido Emilio, los viajes pueden tener un fin, pero ahí seguira el camino esperándonos para que siga siendo lo que es.

Un abrazo

Alejandro Pérez García dijo...

Querido David:

Te agradezco la invitación. Sería una buena idea hacer ese viaje y tomar distancias. Emilio y Manuel seguro que me acompañarían con gusto. Pero tendríamos que ver: sobre pesca, ningún problema; submarinismo, tampoco; pero las motos amarillas... ¿pueden circular allí las motos amarillas con matrícula de Madrid? Dinos algo.

Por lo que a mi respecta, te prometo que seguiré escribiendo, sólo así encontraré el papel perdido; seguiré pero sin ordenador ¡eh! El mío se quedará aquí. Me llevaré la pluma más ligera de mi colección y bolis de gel, punta fina. Ahí habrá papel, supongo. Lo demás no me preocupa. Contigo, las visitas turísticas, monumentales y a centros culturales lo tenemos asegurado. Y lo del idioma, claro.

Tendrás noticias.

Un abrazo y gracias, otra vez.

Anónimo dijo...

Querido Alejandro. Siempre soy clara y sincera, incluso, a veces, demasiado. Al hablar de "sello personal", no me refiero al tuyo en particular, sino al estilo de cualquier autor. Insisto en que cualquiera de las dos versiones de tu última entrada, en el blog, me parecen perfectamente válidas. No obstante, si me dieran a elegir, me quedaría con la primera. Todo escritor tíene en su haber obras de excelente calidad, de buena calidad, y de calidad aceptable. Yo tengo la suerte de haber leído grandes creaciones literarías tuyas. En cuanto al relato que nos ocupa, voy a serte muy, muy sincera: le doy un notable. Sin embargo, no sabría explicarte el por qué. Puede ser, porque casi toda tu obra me parece de sobresaliente a matricula de honor.
Siento no poder decirte más. Confía en tu propio criterio: él te llevará al convencimiento.
Un fuerte abrazo.

Mila

Emilio Porta dijo...

Querida Mila: aunque no me nombras directamente...me doy por aludido indirectamente, ya que yo si te escribí a ti. Como somos superamigos y como dìria una supercusi hay supercariño: te repito lo que te dije: "A mi me gusta más no me vale". Me encantaría saber qué te gusta más y por qué. Yo voy a repetir lo que me gusta mas del segundo: Es más sintético, tiene mas concrecion en la acción, mucho mayor ritmo, la prosa es más fluida, no hay adjetivaciòn inutil, ni explicaciones que no añaden nada al relato ni a los personajes. Es un relato directo que no cae en ningún tipo de morosidad. Y a mi, literariamente, me gustan más los finales donde hay sugerencia y ofrecen más posibilidades al lector que los finales donde todo se aclara sin sorpresa. Por contra, la primera versión es, para mi, peor, porque carece de los valores de la segunda. A la primera versión le doy un aprobado. A la segunda un sobresaliente.
Un beso.
(Dicho esto, sobre gustos no hay nada escrito...pero cómo Alejandro habla de crítica, crítica hago).

Anónimo dijo...

Alejandro después de leer la primera versión, te dije que aquella me gustó y fue así porque desde mi modo de ver no le faltaba nada y tenía lo necesario. Vos la has modificado, y si así te gusta, bien hecho está. No veo que nada de su contenido haya cambiado. La literatura es claridad y limpieza pero ha de tener más cosas. Cosas que antes se veían y ahora, no. Di, si vos así lo consideras, que soy un boludo pero en esta nueva versión echo de menos chispas que llamaban la atención, que antes tenías: has quitado los detalles de los escenarios y algunas pinceladas físicas y humanas de los personajes, emoción… No puedo citarlo porque la versión anterior ya no la tengo. Han desaparecido simbolismos y metáforas que daban belleza grata como lo de "las flores marchitas…”, recuerdo. Había otras imágenes literarias que a mi, con todos los respetos, me gustaban. Siento diferir. El final me lo creo caido, como un sopetón. Ahora le falta sabor, ha perdido estética. Ha quedado como el informe de una pelea que redactara un testigo cualquiera o el poli de los atestados. Tiene síntesis, si, pero le falta estétia. Síntético y sin estética: los listados de telefonía. Son mis apreciaciones.
Saludos
J. Fraguas
Buenos Aires.

Mari Carmen Azkona dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mari Carmen Azkona dijo...

Yo soy partidaria de la crítica, creo que es sana. Escribimos, no lo olvidemos, en un espacio libre exponiendo nuestras creaciones cada día a la critica. Es una parte del “juego” supongo que por todos aceptada.

No sé quién ha dicho “críticas desde el cariño y el respeto”. Yo cambiaría la frase, creo que no me equivoco en ello, y diría que si de verdad hay cariño y respeto tiene que haber critica. Las criticas siempre, sin envidia ni rencor, son lecciones que nos ayudan a recorrer el camino del aprendizaje, constante, de la escritura.
Es muy difícil ser objetivo con la propia obra. Nos encariñamos con nuestros personajes, con pasajes que no queremos perder porque quizás sean recuerdos...miles de detalles que nos aportan gratificación personal, pero que, quizás, resten calidad al trabajo.

En Escritores tenemos grandes escritores y magníficos críticos literarios que con sus criticas nos pueden ayudar a crecer como lo que queremos ser: unos buenos escritores. ¡Qué mejor que recorrer el camino de la mano de quienes nos quieren bien”

Besos y abrazos a todos.

Anónimo dijo...

Querido Emilio: Para poderte razonar, con exactitud, el por qué me gusta más la primera versión, de tan comentado cuento, debería volver a leerlo. Y en este momento no me es posible. Recuerdo que su lectura me produjo emoción e interés, además de fijarme en algún detalle que me gustó especialmente. Esta segunda versión la encuentro más lineal, quizá con demasiadas explicaciones. Creo sinceramente, que este cuento no es de los mejores que ha escrito Alejandro, y así se lo he hecho saber. Sin embargo, sigo creyendo que cualquiera de las dos versiones se merece un notable. Y no lo digo porque me motive el corazón a ponerle esa nota (que también), sino porque considero que a nivel literario no merece una puntuación más baja.

Un besito.

Mila

Alejandro dijo...

Querido Mila y Emilio:

Me encanta veros así y os lo agradezco de verdad. Es la mejor forma de ayudarme. ¡No sabéis cuánto! Con esto ha empezado a cumplirse un punto de la propuesta de esta entrada: practicar la Crítica Literaria. Ojalá cunda el ejemplo y se convierta en hábito, así con la elegancia que lo estáis haciendo vosotros. Repito, os lo agradezco.

MILA, nunca he dudado de tu honestidad y coherencia a la hora de opinar. Siempre te he considerado como una persona clara y sincera, y así lo demuestras en tu último comentario. Siento si en mis palabras has entendido otra cosa. Lo único que te solicitaba en la respuesta a tu comentario era claridad y definición a la hora de decantarte por una versión u otra, como ahora has hecho. Es bueno, imprescindible, que estas opiniones estuvieran reforzadas por argumentos razonados que nos nutrieran a todos con provecho.

EMILIO, efectivamente, hablo de crítica, y demando crítica —si me lo permitís— con las premisas indicadas, que no voy a repetir. Sé que podrías extenderte más en tus argumentos, pero tampoco es necesario, creo que se entiende bien. Agradezco esta intervención por la claridad en la calificación y porque tu razonamiento bien podría servir como patrón a la hora de criticar = ayudar.

Abrazos y besos para los dos.

Alex

Emilio Porta dijo...

Para mí, Alejandro Perez Garcia merece, como escritor ( narrador y columnista ) matrícula de honor. Le he comparado con Aldecoa...y con suficientes razones. Lo que pienso de sus cuentos ( obras maestras, sinceramente, algunas ) lo he expresado con suficiente rotundidad. Yo creo, Mila, que debemos dejar el tema de este relato. Y una discusión que dificilmente llegará, en este asunto, a mejor luz y claridad. Al final va a ser verdad que es dificil que los seres humanos - incluso los más inteligentes y cultos - demos nuestro brazo a torcer. Para evitar "autoincluirme" en ese grupo, acabo aquí mis valoraciones particulares. Supongo que no el cien por cien de los muchos relatos de Gabriel Garcia Marquez serán de diez. Llevo haciendo crítica literaria - probablemente subjetiva, como todo - unos cuántos años. Y mi opinión es que la segunda versión - yo si las tengo memorizadas - es excelente. Y, desde luego, te recuerdo que, precisamente el punto que tocas de las explicaciones, donde sobran, es en la primera versión. Que yo sepa la segunda lo que ha hecho ha sido eliminarlas.
Por mi punto final, de verdad. No quiero, por intentar sacar lo mejor de un escritor excepcional y mejor amigo, "empreñar" más el tema. Sobre todo si, como parece ser, el señor Fraguas, también sin dar argumentos literarios de peso, piensa lo mismo que tú.
Todo mi cariño, Mila. Y mi respeto.
Un beso.

( Y siento haber influido a Alejandro, en una conversación teléfonica, para que dejara en el blog sólo la versión segunda. Pero es que poner las dos, en mi opinión, ya hubiera sido una verbena. Claro que, ¿quién soy yo realmente para opinar en algo que no es mío?. Creo que a mi también me toca aprender de la evolución de los acontecimientos. Tengo una ventaja: cuando me equivoco lo reconozco. Y, en algunos aspectos de este debate, tengo la impresión que me estoy equivocando bastante.
Y encima con la gente que más quiero y a la que he defendido siempre ( como tú a mi, Mila, y como Alex ha hecho siempre con mi obra y persona) a capa y espada. Lo siento, de verdad.
Y disculpe Ud. tambièn, Sr. Fraguas, perdóneme si le ha molestado alguna de mis opiniones.

Port

Alejandro dijo...

Amigo Fraguas:

Agradezco otra vez tu visita por este espacio, la lectura de la nueva versión de EL ASCENSO y los comentarios críticos emitidos desde tu punto de vista. Como siempre, respetables. He dicho en algún comentario anterior que no voy a opinar de esta segunda versión. Creo que mi opinión está implícita desde el momento en que la hice pública. Aparte de eso, debéis ser los lectores y los compañeros de la blogsfera (los veo poco) quienes os expreséis sobre la nueva versión, que ha cambiado más en apariencia que en esencia. Y si la queréis comparar con la anterior, como tú has hecho, pues bien. Esa es una de las mejores maneras de sacar conclusiones y reafirmar el gusto como lectores: leer y comparar. Y todo ello sin perder de vista las posibilidades que nos brinda la Literatura para disfrutar del arte de las palabras y su belleza. Sé que tu eres un trabajador de la escritura y un lector prolijo que gusta de ver la trastienda de los mensajes. Eso hace que, desde que te conozco, merezcas mi respeto; pero eso, querido Jorge, no te dará derecho a tener ahora la razón de los demás, si los demás no te la dan.

Agradecido, recibe un saludo.

Alejandro

Anónimo dijo...

¿Estos son los blogs y comentarios donde, según nuestro querido anterior Presidente, Don Miguel Ortega, todo son besos y abrazos y no hay crítica, ni disensiones etc. Bueno, espero que Don Miguel, si entra por acá, cambie de idea...vaya, vaya

David

( Yo con lo del sol y el viaje...y nada, ahora que parecía que la cosa podía salir..)

Anónimo dijo...

Señor D. Alejandro Pérez Garcia...¿me equivoco a vamos camino de una encuesta? Acepte la propuesta o percepción con una sonrisa, ahora que somos amigos. Atentamente.

Ana Aguirre

Emilio Porta dijo...

Ah, Mila, sumando un aprobado y un sobresaliente da lo mismo que dos notables, je, je...ya vamos estando más cerca. Un beso.

Port

Ah...eso sí, no dices nada de la matricula de honor a la obra conjunta que le doy a Alex. Y lo digo con el corazón y la mente. Como lo siento y percibo. Es la verdad.

Alejandro dijo...

Mari Carmen, estoy de acurdo contigo en todo lo que dices sobre la crítica. Me gusta esto "... diría que si de verdad hay cariño y respeto tiene que haber critica. Las criticas siempre, sin envidia ni rencor, son lecciones que nos ayudan a recorrer el camino del aprendizaje, constante, de la escritura".

Añado: tiene que haber crítica y debemos instalarla en nuestra vida. ¿Qué habría sido de nosotros si nadie nos hubiese corregido nunca? ¿Quién habría hecho una carrera sin un profesor que corrige y suspende? ¿Quién consigue la calidad profesional sin alguien que exija y obligue a empezar de nuevo el trabajo mal hecho? O ¿es que alguien nace con todo aprendido? Lo que ocurre es que tememos la crítica porque generalmente la recibimos con acritud, sobre todo cuando alguien entiende la crítica como una sarta de reproches, suponiendo al criticado ayuno de cualidades, que el crítico no puede demostrar.

Hay mucho que hablar sobre el género, tanto que no se puede aglutinar en una respuesta todas las variantes de la crítica literaria, en la mayoría de los casos controlada por los medios de comunicación con la subjetividad de los objetivos: económicos o sociales. Y no nos olvidemos de la crítica orquestada a favor esclusivamente del crítico. Los hay que pretenden darse a conocer desprestigiando cualquier obra de arte. Ejemplos tenemos a diario. Pero no es esa crítica la que nos interesa. Nos interesa la crítica constructiva, la que se emite desde el cariño y el respeto, como tú dices Mari Carmen. ¡Esa es la que vengo demandando y la que propongo! No será difíl encajarla, al contrario, será gratificante. Al hilo de esto, pregunto: ¿Estamos dispuestos a criticar así, con cariño? O ¿No vamos a ser capaces de hacerlo sin herir?

Necesitamos esa crítica, querida Mari Carmen, porque sigues teniendo razón cuando dices que:

"Es muy difícil ser objetivo con la propia obra. Nos encariñamos con nuestros personajes, con pasajes que no queremos perder porque quizás sean recuerdos...". Qué bien lo has dicho. Nos enamoramos de nuestras propias frases. Por eso hay que guardar nuestros textos hasta dejemos de quererlos.

Y sigo estando de acuerdo (hoy no te quejarás, guapa) con que en EeR tenemos excelentes escritores y críticos a quienes queremos y nos quieren, y no podemos despreciar la oportunidad de aprender de su sabiduria. Ellos están dispuestos a ayudar. Sólo falta que nos dejemos. Yo me dejo.

Muchos besos

Anónimo dijo...

"¿Para qué nos sirve la Literatura? ¿La exploramos en todas sus posibilidades o nos quedamos sólo con su aspecto lúdico, pragmático? Podemos considerarla como un elemento instigador de la mente o utilizarla, simplemente, como un juego que nos permita desarrollar nuestros anhelos, cambiar el disfraz de brega por el traje de los domingos o la naturalidad de un rostro ajado por el engaño del maquillaje.."

Vale, pasamos a comentar algo de esta parte de la entrada de Alejandro, que me parece que tiene mucha enjundia. Lo dejo ahí, por si alguien se anima, como epígrafe. Me parece un tema de gran interés.

Port

Yo díría: La Literatura tiene un poco de todo: desde crónica interior y exterior del mundo del individuo, a reflexión sobre lo que nos rodea, y método de investigación y conocimiento del alma humana y sus aledaños...

Y, a la vez, juego. Para algunos un mero divertimento intrascendente, para salir del tedio, emplear el tiempo...Para otros un juego más profundo: el juego de la mente, de la aprehensión de las cosas, el juego del conocimiento.

Y también, en lo personal, la Literatura es instrumento de afirmación de un territorio frágil y que constantemente se nos escapa.

En esencia, la Literatura, es aquello que se vale de la letra impresa - o digital ahora - para refrendar el universo de fuera y asentar el universo de dentro. Si la palabra es el signo que nos distingue y nos hace Hombres, la Literatura es un elemento básico de desarrollo y crecimiento de lo que llamamos ser humano.

Alejandro dijo...

Emilio, vaya nochecita: parto múltiple. ¿Qué pasa, que no queréis que me retire con David y venís a cerrarme todas las puertas?

Va siendo hora de que dejéis de calificarme y de que os centréis en lo que nos interesa, en la crítica de la buena y en el Arte Literario. Olvidaros de El Ascenso, pero si queréis puede continuar la tertulia -con él al fondo- hablando de estilos y estructuras, que en esto parece que no hay consenso. Y no deja de ser materia de interés literario, como medio y vehículo de elocución que lleva la Literatura a manos de sus destinatarios.

No me obligues a que sea yo quien se ponga serio esta noche, Emilio. Por favor, aquí nadie tiene que pedir disculpas por nada. Que yo sepa, nadie ha ofendido ni pisado a nadie. Estás disculpándote porque disientes de las opiniones de otros contertulios. Das a entender que claudicas. Si ellos hicieran lo mismo, ¿para qué nos sirven las críticas? Es bueno presentar opiniones y defenderlas. Si nos convecemos unos a otros, estupendo y, si no, no pasa nada. La tolerancia existe, y así la convivencia de teorías aportadas enriquecerá al grupo.

No Emilio, ese no es el camino. Hasta ahora no hemos matizado sobre crítica científica y crítica objetiva. Creo que aquí, la primera será difícil de aceptar, al no haber convenido previamente una serie de cánones que pauten el consenso de los intervinientes. Sí podremos aceptar y aplicar la "Crítica Objetiva", que cada cual practicará bajo los auspicios de los conocimientos propios; y, todo hay que decirlo, por muy aséptica que la pretendamos siempre llevará unas gotas de subjetividad. Inevitable. No pidas disculpas, no te rindas y sigue matizando argumentos con ese verbo tuyo, tan convincente. A ver si seguimos con algo más nuevo y universal.

Agradecido por todo lo que haces y dices, vaya desde aquí un abrazo.

Alejandro dijo...

DAVID, de besos y abrazos, nada. Aquí, como ves, las chicas son las más guerreras. Y luego me lo critican que las ascienda y las ponga de directoras. El señor presidente (el de antes y el de ahora) parece que no saben del galimatías que reina en la sala. No me has dicho cómo está lo de la circulación de las motos en Adelaida; lo digo por la de Emilio, que ahora con estos calores tempranos se le ha puesto morenita.

ANA, Ana Aguirre, creo que la encuestaestá servida, pero una encuesta a muchas bandas: Estilos y estructuras, crítica razonada y toda la compoosición literaria con todos sus matices. Tú misma, lo que más gustes. Y hablando de gustar, no se me ha olvidado la merluza, o el atún lo que quieras. Ni mi sonrisa, por supuesto, ¡ahí te va! y un beso.

Emilio, por qué no te olvidas ya de suspensos y matrículas y vas preparando los papeles con tu amigo David para irnos a Adelaida. Mira que si montamos allí una bolgsfera... con la ayuda de Santiago, claro. Tendríamos que llevarnos a las chicas, porque nosotros sin ellas... amén a todo.

Besos, abrazos, a los respondidos y a los nombrados.

Alejandro dijo...

Emilio acaba de reconducir los temas de tertulia en su comentario del 28 de abril de 2010 16:33.

Los que popone son caminos que yo planteé que podemos explorar en profundidad.

¿Quién empieza?

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Manuel dijo...

Buenas noches!... ¿Sabéis?, he conseguido arrancar mi ordenador solo para venir a veros. Lo tengo de U.C.I. Mañana empiezo con él una sesión de trasplante que espero tenga éxito. Y si no lo tuviese, rezad algo por su alma.

Claro, que me se yo de unos cuantos por aquí que también están de U.C.I.

Digamos que yo soy ese lector anónimo, mediocre, bienintencionado, que llega a las páginas de Alex y lee un relato sobre una chica a la que una señora maltrata intencionadamente en el trabajo con la sana intención de beneficiarse al novio. Y lo leo y ya me vale, porque está bien escrito; porque la prosa es fluida y consigue mostrarme ciertas imágenes. Y, cuando acabo, cierro el libro y digo: ¡Ayssss...!, que bien. Sin más.

¿Cómo que sin más?. Ahí tenemos servido el problema. Juro que me ha sido imposible leer "todo", pero he leído "casi" todo, y cada vez entiendo menos. Porque no se si se debate en este foro sobre estilo o intenciones. Que para intenciones, a mi ya me bastaba con la inicial de Alejandro y, sobre estilo, nada que decir. ¿O acaso está en duda el buen hacer literario de Alex?. No, sé que no.

Por tanto, los ciento y pico comentarios atesorados bajo el epígrafe de "El Ascenso", comienzo a creer que se deben a un problema de GÉNERO. Si, género masculino / femenino. A eso me refiero.

¿O el debate viene por algo referente a la gramática, los adjetivos, los tiempos verbales empleados?. No, ¿verdad?. El debate surge porque alguien pone en duda la "veracidad social actual" del relato. O su conveniencia: ¿es políticamente correcto?.

Señor Port. Amigo Emilio. Don David de las antípodas. Contertulios diversos y apreciados... No nos engañemos. Esto no empezó con la Literatura, sino con la resolución de una trama por parte de mi admirado Alejandro.

El resto viene tomado por los pelos.

Repito que, para mi, aquella primera versión, me satisfizo. Pero también os digo que podría haberme gustado cualquiera otra de las muchas posibles. A saber:

a). Rebeca se queda preñada de Pablito y no le renuevan contrato. Cria a su hijo con amor y todos contentos.

b). Mar Miranda encuentra atractiva a Rebeca y se las arregla para seducirla. No tiene éxito y se lo monta con su perrito caniche que es un amor.

c). Lo mismo que b) pero sí tiene éxito y, además, montan un trío con Pablito.

d). Como Rebeca es sindicalista, al hacer una consulta acerca del tema con su coordinador del comité de empresa, este le hace "tilín" y se montan un festival. Rebeca se va a su nuevo destino, se cartea durante dos años con Pablito y el sindicalista la visita con frecuencia. Miranda no consigue hacérselo con el tal Pablo.

e). Lo mismo que d). pero Miranda si se lo hace con Pablito...

Como veis, las posibilidades son infinitas. Pero todo esto, creedme, nada tiene que ver con estilos literarios.

Os lo juro por Miranda, por Rebeca, por el pringao de Pablito y por la veracidad del Comité Sindical de Empresa.

Besos y salud para todas/os.

Alejandro dijo...

Querido Manuel, hace unos minutos, cuando lo del madrugón y los montes de cerámica cruda, no imaginaba que hubieses estado por estos territorios. Gracias por venir.

Comprendo que no te resulte fácil seguir el contenido de todos los comentarios al sucederse con tanta frecuencia: una media de diez al día; ¡una barbaridad!

Todo empezó porque la "peña" discrepó sobre el tema de ese cuento concreto: "EL ascenso", que si pasa o no pasa lo que se cuenta, los creíble, lo inverosímil... todo eso. De ahí las críticas (sanas y buenas, ¡eh!) se centraron en el estilo y la estructura de ese cuento concreto: "EL ascenso", lo que sobra, lo que resta... Te agradezco lo que dices e mis textos, excediéndote en calificaciones como tantos, pero estoy abierto a la crítica, siempre que sea como demando en el punto 1º del prólogo de esta entrada. Si te lo pide la noche, no te cortes. Agradeceré todo lo que me llegue con vuestro cariño y ánimo de ayudar.

A parte de eso, Manuel, no te será dificill ver en qué ha derivado esta tertulia, sin excluir lo ya dicho.

Como estamos en una blogsfera de amantes y seguidores de la Literatura, ese es el tema: la Literatura. Cómo es complejo y de trayectorias muy diversas, centro lo que hemos venido tratando hasta ahora y que Emilio, retomando unas frases mías, lo presentó ayer con acierto de esta manera (sintetizo):

1) "¿Para qué nos sirve la Literatura? ¿La exploramos en todas sus posibilidades o nos quedamos sólo con su aspecto lúdico, pragmático?

2) Podemos considerarla como un elemento instigador de la mente o utilizarla, simplemente, como un juego que nos permita desarrollar nuestros anhelos, cambiar el disfraz de brega por el traje de los domingos o la naturalidad de un rostro ajado por el engaño del maquillaje."

Y además opinar sobre la conveniencia del punto 1º de la entrada que versa sobre la crítica constructiva.

Esos deben ser los caminos, Manuel. En cualquier caso hay libertad para plantear otras materias y discutirlas.

Para terminar: primero te agradezco esa variedad argumental que ofreces para, con los personajes de "El ascenso", seguir escibiendo historias con finales de todos los colores. Me quedo con la opción d). Y segundo, si tu ordenata está en la UCI, como dices, da un avuelta por "Las últimas voluntades", de Jesús Arroyo. A lo mejor se te ocurre algo.

Y nada más, Manuel, con vuestra compañia, tan cálida, tan atrayente, extrañaré a todos cuando nos vayamos a Australia con David. Tu también vienes ¿no? Sabes que nos invitó el otro día. Hay mares de corales y todo. Ya me dirás.

Un abrazo fuerte

Alex

Anónimo dijo...

Gracias, Alejandro. No te puedo enviar mi dirección y correo eléctrónico porque no me gusta hacerlos públicos. Pero puedes conectar conmigo en esta dirección:
Aguirre Restaurante‎
Calle de Lope Díaz de Haro, 5, 48370 Bermeo
(Envíame allí tu mail o tu dirección en una carta y estamos en contacto. No es por nada pero es uno de los mejores restaurantes de Bermeo. No es mío...pero sí de alguien de mi familia. Un abrazo. Seguramente no vendrás especificamente a tomarte la merlucita...pero quien sabe si en el futuro pasas por aquí).
Saludos

Ana Aguirre

Alejandro Pérez García dijo...

Querida Ana:

Hay que ver lo mal que empezamos tú y yo y ahora va a resultar que vamos a tener más cosas en común de las podíamos imaginar. ¿Por qué no me dijiste el primer día que eras vasca? Sí, sé que ya me lo has dicho, pero no en tu primera aparición. La primera vez te dejaste la tarjeta de presentación tú sabrás dónde, para nada podía imaginar que eras vasca. Y ahora mira. ¡Emparentada con los dueños del Restaurante Aguirre! Lo conozco. He comido allí muchas veces. Está cerca del Puerto pesquero. Pero no creo que sea el mismo que yo conozco. Estaba en un caserón muy viejo, una villa típica. Lo habrán reformado. Yo tuve relaciones laborales/profesionales con una fábrica importante de conservas, en Bermeo, Conservas Astorquiza", comercializaba atún, bonito, jurel, caballa, anchoas y otras especies (en lata) con la marca AIKO. De eso hace ya muchos años. La fábrica creo que desapareció. Ahora los herederos de los dueños que conocí se dedican a capturas pesqueras en altamar, con equipos de conservación a bordo, que llegan hasta las costas noruegas. ¡Qué casulidad, Ana!

No, no te voy a mandar mi dirección al restaurante, voy a ir en persona (ahora que me voy a batir en retirada). Aceptaré esa merluza (no puedo olvidar sus lomos con varias recetas culinarias que ofrecían entonces; supongo que ahora, también) y las cocochas al pil-pil y las anchoas en salazón con aceite de oliva. Sin olvidar la bodega, con las mejores reservas de Chacolí, sin que faltaran excelentes etiquetas navarras. ¡Que casualidad! y que alegría que hayas venido a recordarme una página tan bien grabada en mi recuerdo. Habíamos dicho que aquí sólo hablaríamos de Literatura, pero ya ves, me has sacado la vena viajera y gastrónomica, que es otro arte, no sé si literario o de la vida misma.

Encantado de haberte conocido, aunque sea de esta forma epistolar, pero viva y espontánea, recibe un abrazo.

Alejandro

Anónimo dijo...

Jo, Alejandro, qué casualidad esto es increíble !el primer cocinero de Casa Aguirre fue mi abuelo!. Esto hay que celebrarlo. La vida es realmente sorprendente. A mi padre le dio por otros temas. Pero la familia sigue ahí detrás. La merluza y las anchoas siguen siendo ni te cuento!. Vale lo del Chacolí.
Un abrazo.

Ana A.

ipe dijo...

Lo malo que en la vida real la expulsada hubiera sido ella, pero ese es el poder de los escritores, invertir los finales a gusto de ellos. De todas formas como siempre demuestras el talento que tienes.UN BESO MARI-SOL

Alejandro Pérez García dijo...

Gracias, Mari Sol, gracias por tu lectura y comentario. Vuestras palabras siempre alimentan y animan a seguir. Y sí, tú sabes bien, porque tus dotes creativas son geniales, que la Literatura nos faculta para cambiar la vida a nuestro antojo. Esa es la grandeza de este arte.

Besos.

Alejandro

Anónimo dijo...

La vida real...¿qué es la vida real?

Alejandro dijo...

Señor anónimo, y tú ¿quién eres? ¿De qué ficción vienes?

Anónimo dijo...

Podría decir como la canción "Yo...soy anónimo porque el mundo me ha hecho así" aunque la canción de Jeannette cambiaba anónimo por rebelde. No quiero firmar, pero quiero aportar. Prometo respetar las reglas del juego ( los que nos las respetan son los anónimos que no hay que dejar que interfieran un blog) y, si se me permite seguir, y no se enfada nadie, sólo haré valoraciones que puedan ser de interés general.

Lo que quería decir en el anterior comentario es que la Literatura es también realidad. Es una realidad, aunque al combinar las palabras se cree una ficción. Por otro lado, con el paso del tiempo, lo que se cuenta en algunos casos llega a ser casi tan "real" que puede confundirse con la misma "realidad" . !En cuántas leyendas ha creido y cree todavía la gente! Por ejemplo, las leyendas de los dioses. En la cotidianidad eran reales. Todavía hoy, sin poderse asegurar nada, por ejemplo, sobre la verdadera vida de Jesucristo - sólo el historiador Flavio Josefo habla de un profeta en Judea que podría corresponder a la figura de Jesús y lo hace muy de pasada - no hay hechos históricos comprobables sobre su vida y milagros, sólo lo que cuentan los Evangelios...y hay que tener en cuenta que el primer evangelio data de 70 años después de la muerte de Jesús. Por eso digo que lo real y lo imaginario tienen fronteras relativas. He puesto el ejemplo de un hombre extraordinario, Jesús de Nazaret, con todo respeto a las creencias, por supuesto, para demostrar que su vida parece ser que es algo totalmente verídico con pelos y señales ( eso sí, primero sólo hasta los siete años y luego a partir de los 30).
Otro caso interesante es la historia de la Reconquista y Don Pelayo, algo, según todos los expertos falso tal y como se cuenta y que, sin embargo, es una creencia popular que todos durante mucho tiempo hemos dado por real. O la historia del Cid, dando por hechos episodios que nunca sucedieron, como por ejemplo la famosa jura de Santa Gadea. En fin, que las fronteras no están tan claras.

Y nada más, gracias por concederme este espacio para exponer mi opinión. Soy una persona relativamente conocida y, por razones personales, no me gustaría firmar.

Sinnombre ó
Anonymous, como deseís.

Alejandro dijo...

Lo siento, pero los anónimos, por muy conocidos que sean, mientras no se identifiquen para mi no existen. Una pena.

Emilio Porta dijo...

Bueno, hago una breve parada para decir que cualquier comentario inteligente me parece positivo, venga de quien venga. No me gustan los anónimos, ni siquiera los anonymous, y me seguirán sin gustar. De hecho yo, en mi blog, no los coloco nunca. Si es como broma, alguna vez, y firmando con nombre concreto, puede ser divertido, si es parte de una trama lúdica. Recuerdo a Carlos Gardel, a Zeus...firmando escritos en la novela sobre la niña Elvira. También algunos heterónimos me suena que existen, el mismo Pessoa lo hacía y era parte de su "trama" literaria. Alvaro de Campos- él mismo - recibía criticas de Fernando Pessoa que éste publicaba en la prensa lisboeta. No te digo nada lo que le hubiera gustado a él, tan introvertido y tímido, dispones de un ordenador y de internet...En fin, señor Anonymous, como ud. no parece ser un heterónimo, apoyo la postura de mi amigo Alejandro: escriba con su nombre o hágalo en su blog. El no tiene en cuenta lo que dice. Yo sí, e incluso algo de lo que manifiesta me parece muy interesante. Pero no voy a entrar a discutirlo. Sí me vale algo para entrar en las propuestas de esta entrada. Y es la idea de que el escritor crea la realidad. En eso estoy totalmente de acuerdo.
Primero porque la realidad es una percepción de cada uno - objetivamente no estamos seguros de su existencia (algunos tienen la teoría de que somos una ilusión) pero yo no comparto eso. Existimos y existe lo que percibimos...y eso es la realidad.
La Literatura, incluso lo ficcionado, es realidad, sin duda.
Siempre he dicho que, posiblemente, con el paso de los siglos y están los dos en la nebulosa del pasado, Don Quijote sea tan real o más que Cervantes.
Fijémonos que, incluso, existe, como itinerario turistico, la ruta del Quijote, lugares por donde pasó el inmortal caballero. Y en La Mancha hay innumerables lugares que se precian de ser la patria chica de Don Alonso Quijano.
Sí, como tesis, me parece interesante , respondiendo a la pregunta iniciada por Alejandro...de que la Literatura nos sirve para "conformar" nuestra propia realidad.

Anónimo dijo...

Hola a todos: Desde esta retirada, voluntaria y temporal, de los blogs, quiero decir que estoy totalmente de acuerdo en que cada individuo percibe "la realidad" de manera diferente. No sé si somos una ilusión. Sin embargo, tengo muy claro que sin ilusión no somos nada. En cuanto a la literatura, bonito arte que utiliza como medio la palabra, nos sirve para muchas cosas: expresar sentimientos propios o ajenos, crear mundos de fantasía a través de la imaginación... En definitiva, como dice Alejandro, "conformar" nuestra propia realidad.

Perdonad mi ausencia. Os echo de menos a todos, pero ahora, mi prioridad es terminar la novela que estoy escribiendo. Espero que a mi querido amigo Alejandro no le importe haber aprovechado mi comentario, en su casa, para comunicároslo.

Besitos para todos.

Mila

Anónimo dijo...

Se que Alejandro está fuera este fin de semana y me ha pedido que le eche un "ojo" al jardin. Así que, en su ausencia, y como veo que, además, coges el final de mi último comentario y lo identificas con Alejandro para adherirte, a tu vez, a él, puer mira qué bien, parece que hay un punto de confluencia en el que, estoy seguro, coincidimos los 3...y probablemente mas compañeros: la idea de que la Literatura, ficcionando la realidad, crea una nueva. Ese es buen motivo para escribir, a nivel personal. Y otro buen motivo, Mila, sin duda, para transmitir lo escrito y compartir la nueva realidad creada. Cervantes y Shakespeare, por poner dos grandes ejemplos, consiguieron las dos vertientes. Y gracias a ellos y a otros creadores, el mundo no es el mismo.

Port

Alejandro Pérez García dijo...

Gracias, Mila y Emilio por pasaros por mi casa y mantenerla abierta en mi ausencia.

Veo que coincidís con esa definición de la relidad que se queda a un lado y a otro de la frontera de lo objetivo/subjetivo. Naturalmente, como dice Mila, la realidad objetiva siempre tiene pinceladas de subjetividad. Si dos o más amigos asisten a una fiesta, al final, cada uno la describirá de una forma diferente; incluso uno habrá visto algo o a alguien que los otros ni imaginaron que pudiera estar presente. La otra, la realidad subjetiva, que comenta Emilio, nos ofrece un abanico de hechos, de sucesos, mucho más amplio a partir de una ficción que se hace realidad. Por poner un ejemplo, citaré la casa de Dulcinea, en El Toboso, no la falta de nada: la almazara, el mobiliario de la época, el dormitorio..., todo, todo como lo vio y describió Cervantes en El Quijote.

(Como la Literatura es materia inagotable, en breve presentaré una nueva entrada, retomando y reconduciendo temas que pueden seguir interesando a blogueros y lectores).

Abrazos, besos.

Alex

Emilio Porta dijo...

Ja, ja...me encanta el sentido del humor, Alejandro..!eres genial!. Después de tanto comentario, ida y venida sobre el cuento...te descuelgas con esta versión...Te pones a interactuar con tus personajes...Mira, todavía me estoy riendo...y mira que estoy deseando entrar en tu nueva entrada pero me parece, tan increiblemente inteligente y divertida la versión 3, incluso con la foto de la supuesta Rebeca colgando el teléfono, que sólo puedo decirte una cosa: un diez. Estoy seguro que la cuarta versión será una obra maestra. De verdad, sólo un tipo genial puede hacer algo como lo que tú has hecho. Supongo que todos tus lectores, empezando por Mila y siguiendo por todos tus otros amigos y amigas, se habrán quedado de una pieza. Yo, desde luego te digo esto: Chapeau! ( y te lo pongo en francés ) Vaya lección de vida y escritura, de dominio de las situaciones, de escritor de una pieza y persona a la altura de quien eres. Magnífico, Alex.

Praefectus Praetorio dijo...

Sabemos que nuestro blog no es como el suyo, pero entre en este enlace y descubra el tema mas caliente del fútbol español: Las mentiras del Sevilla FC, para apoderarse del pasado de otros. Le pedimos que realice un articulo sobre el tema, para que todos sepan la verdad.Gracias.
http://gacetadigital-lahistoriabiencontada.blogspot.com/search?updated-max=2010-12-31T02:52:00-08:00&max-results=15

linda dijo...

TENGA CUIDADO AQUÍ NADIE PUEDE AYUDARTE aquí o incluso sugerir COMO USTED PUEDE TENER SU EX O amor de nuevo, CUALQUIER TESTIMONIOS DE MÁS hechicero aquí debe ser IGNORE.BECAUSE mayoría de ellos son SCAM QUIERO DECIR SCAM reales que yo era una víctima y me dieron RIPPED de miles de dólares porque estaba tan ansioso por llegar a mi esposa después de salir mE HACE MÁS DE 2 AÑOS CON MIS 7 años de edad hijo de JERRY, hE SOLICITADO 7 hechicero DIFERENTE AQUÍ Y todo fue en vano TODOS ELLOS PIDEN MISMO COSA ENVIAR TU NOMBRE TU EX NOMBRE DIRECCIÓN Y TELÉFONO DE IMAGEN ETC qUE HICE UNA Y OTRA VEZ Y la mayoría de ellos eran de ÁFRICA OCCIDENTAL HASTA ISAW un post sobre drokojiehealinghome y yo decidimos DIO SU MIS ÚLTIMAS TRAIL.SHE ASK mE CUATRO COSAS MI NOMBRE REAL, MI EX Y MI EX MADRE NOMBRE Y $ 180 Y DIJO MI EX volverá EN 24 HORAS, he pagado más de $ 3,000 EN CASTING HECHIZO Y MENSAJERÍA Y NADA tiene trabajo para mí después de 3 días que estuve pensando en lo mucho que he perdido Hasta aquí todo DIJE LET ME Dale una TRY así que llamé de nuevo y enviar mi verdadero nombre, mi ex y mi ex MADRE NOMBRE Y LA $ 180 porque te juro que era mi último intento, así que estaba esperando a que ELLA mE DIJO qUE ESPERAR HASTA EL DÍA SIGUIENTE Y no pude dormir esa noche porque realmente amo a mi esposa y quiero de vuelta a las 9 pm Ese día me vi a mi mujer ON LINE EN EL LIBRO CARA Y ella dijo HI Al principio estaba CHOQUE porque nunca HABLAR cONMIGO PARA EL PASADO UN AÑO Y 9 MESES AHORA no respondió de nuevo Ella dijo ¿estás ahí? Rápidamente contestar Sí y ella dijo PODEMOS VER MAÑANA le dije que sí y ella se fue OFF-LINE Yo estaba confundido TRATO DE CHAT ella otra vez, pero ella no era más de compactos no pude dormir esa noche, mientras me preguntaba qué va DECIR, POR 7.AM A la mañana siguiente me dio UNA LLAMADA SRTA decidí no llamo yo, todavía estaba en SHOCK nuevo ella llamada y recojo ELLA DIJO PODEMOS VER hoy después del trabajo me dijo que sí así que finalizar la llamada Inmediatamente me saliera del trabajo ELLA mE LLAMA Y qUE CUMPLA Y AHORA ESTAMOS OTRA VEZ LOS INVITO MAMA ANITA LA SIGUIENTE DIA dándole las gracias por lo que ha hecho en realidad yo TODAVÍA llamarla y darle las gracias COMO MI VIDA NO ERA COMPLETA SIN MI ESPOSA POR FAVOR TENGA CUIDADO AQUÍ hE SIDO MILES DE DÓLARES SCAM SI QUIERES UN ENCANTO VERDADERO AMOR ENTONCES CONTACTO (drokojiehealinghome@gmail.com)