lunes, 11 de abril de 2016

JUEGOS DE LA EDAD TARDÍA, Luis Landero.

Luis Landero (Alburquerque 1948), autor de esta novela, Juegos de la edad tardía, mereció con ella el premio de la Crítica y el premio Nacional de Literatura (1989). 

Gregorio, el personaje principal, que aspiraba desde la juventud a una vida intelectual llena de amores, acaba siendo un oficinista mediocre. Un día conoce por teléfono al compañero Gil, hombre de su edad, perdido en provincias, que ejerce de representante por cuenta del almacén donde trabajan los dos. Las conversaciones telefónicas se suceden todas las semanas. Gregorio cuenta a Gil lo que no es, como si lo fuese. Gil atribuye a la vida anhelada de su compañero una categoría artística y literaria de fama y premios. Ambos, cada uno apoyado en la imaginación del otro, protagonizan y sufren sus vidas inventadas en un mundo de ficción.

Página a página, Luis Landero cala en las entelequias del ser humano, y deja en su discurrir posos con significados diversos, todos capaces de mostrarse ante los ojos del lector con los colores más apetecidos. Cada lectura individual tendrá un sentido diferente y será objeto de la conclusión más acomodada al punto de vista de quien disfrute este relato.

Como podéis imaginar, no tengo ningún interés en que se venda este libro, ni siquiera pretendo hacer publicidad de él. Solo quiero compartir una prosa llena de matices psicológicos y emotivos, que pueden concebirse como comportamientos disparatados de personajes lejanos a nosotros, en tiempo y en espacio, y a la vez muy cerca de los puentes que nos comunican con situaciones hipotéticas pero idénticas.

La trama está desarrollada con un lenguaje de perfección clásica. Su lectura es sugerente y amena desde el principio, como debe ser toda obra que merece la etiqueta de buena Literatura. Además nos invita a reflexionar analizando nuestra personalidad y descubriendo a la vez  las historias que seamos capaces de crear para convertirnos en héroes y suficientes en la misma intriga. Os gustará. Ya me diréis.
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Te invito a leer: 

4 comentarios:

Santiago Solano Grande dijo...

Leí, amigo Alex, hace mucho tiempo esta novela extraordinaria.
¡Qué alegría compartir tu entusiasmo por ella con todos nosotros!
Un abrazo.

Alejandro Pérez García dijo...

Muchas gracias, amigo Santiago. Me alegra saber que también tú disfrutaste con su lectura. Un abrazo.

Emilio Porta dijo...


Es una de las mejores novelas que he leido nunca. Cuando la leí, hará más de veinte años, me dije a mi mismo que llegar a escribir así, construir así, y dar a la luz un libro como este debía de ser algo inenarrable. Admiré a Landero desde este libro como a muy pocos escritores. Lo situé entre los grandes de la narrativa contemporánea. Y creo que lo hice con justicia. Voy a ver si encuentro tiempo para volver a releer la novela. Que, por cierto, la tengo siempre entre mis veinte libros favoritos de cabecera.

Alejandro Pérez García dijo...

Me alegro coincidir contigo, Emilio. Pienso igual que tú. Además de la calidad narrativa, profundiza en la mente del ser humano y muestra sus egos, sus fobias, sus deseos... Esas decisiones, irreversibles a veces, que tienen consecuencias aciagas. Gran autor, probado queda en su trayectoria literaria, reconocida con todo merecimiento. Gracias, querido Emilio. Un abrazo.