Antonio Castillo es un escritor que frecuenta poco los foros y los actos sociales. Siempre está ocupado en tareas de investigación, siempre escribiendo, buscando la mejor estética literaria en torno a historias reales, cimientos de sus novelas.
Hoy, celebrando el nacimiento de su último libro, hemos tenido el placer de conversar con él.
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No sé si será para descubrirse pero desde luego supone como el 70% del trabajo desarrollado en estos cuatro años, tiempo que ha tardado en materializarse la novela actual. Quiero matizar que más que una labor de investigación ha significado un esfuerzo de documentación minuciosa, tiene mérito pero está un escalón por debajo de esa dedicación de escrutinio científico que prácticamente en ningún momento me he visto precisado a acometer.
Con esa misma sinceridad, dinos ¿por qué la novela histórica?
Me apasiona
Tus relatos están impregnados de una disciplina castrense ¿no?
Sí, es cierto, la verdad es que el mundo de las armas y las batallas era mi especialidad y por ello la novela entera rezuma belicismo, aunque pretendo hacer ostensible el rechazo moral que en el fondo me provoca la violencia y barbarie en que están inmersos los protagonistas.
Dicen los maestros que escribir es un hecho personal, único y vocacional ¿estás de acuerdo?
Por supuesto. Se disfruta creando y plasmando lo creado por escrito, de otra forma, sería imposible acometer una empresa así, un sacrificio semejante a cambio de nada, al menos de nada material.
¿Cuándo sentiste esa llamada que te comprometió con la creación literaria? ¿Cómo fue?
Bueno, ya de muy niño tuve algunas llamadas internas que no llegaron a fructificar. Desde entonces hasta la madurez, fui rumiando la posibilidad de escribir algún texto narrativo extenso. La poesía, aunque me hace disfrutar su lectura, jamás fue mi fuerte, pero, como se explica en la solapa del primer “Cercle,” ocurrió durante la visita a un ruinoso castillo sobre el año 1999 cuando se apoderó de mí un inmenso deseo de contar una epopeya histórica desarrollada en el medievo.
¿Qué es Cercle?
Cercle es el monumental relato de las aventuras de unos caballeros medievales en busca de dos tesoros, uno material y otro espiritual, que transportan unos herejes fugitivos de la cruzada católica contra el Languedoc.
Según opiniones recogidas, quien leyó ”Cercle – Al otro lado de los Pirineos” disfrutó y esperaba con ansia una continuación. ¿Eres consciente de ello?
Efectivamente, la reacción de los lectores ha sido muy diversa. Hay gente, sobre todo aquellos que se sentían obligados a leerla por compromiso, algunos familiares y amigos, sin sentir ninguna atracción por el tema propuesto, que no consiguieron acabarla, les aburrió. Sin embargo, los que la terminaron, sólo se sintieron defraudados en un sentido, el comprobar que el fin del texto no cerraba la aventura sino que debían esperar una segunda parte para conocer las vicisitudes de los entrañables protagonistas. Por supuesto, estos lectores si aguardaban impacientes la continuación de la novela.
¿Habrá una tercera parte, para formar trilogía, o te decidirás por una colección?
Una tercera parte seguro, si Dios me da vida y medios para ello, puesto que ya trabajo en ella. Más, de momento, no me atrevo a vaticinar, dado el incierto futuro en que todos andamos. De todas formas, esa tercera parte no vería la luz antes de tres años, ciertamente un periodo demasiado largo para muchos.
¿Qué característica de Cercle destacarías ante tus lectores?
Deseo que la gente sepa lo mucho que ha costado su materialización, sobre todo en el plano documental, para que sea consciente de que la narración trata de ajustarse en todo lo posible a la más auténtica realidad que hubieran vivido los protagonistas de haber existido. Pero por encima de eso, que todo lo contado en ella se ha intentado extraer del registro donde habitan los más nobles ideales a que puede aspirar el espíritu humano desde el punto de vista del autor, y eso me parece muy importante.
¿Existe alguna diferencia entre la primera parte de Cercle y la segunda, esta que estás presentando: Cercle – Por los Montes Ibéricos?
En principio no debiera existir mucha puesto que es simple y llanamente la continuación de la primera en la misma clave narrativa, como si hubiéramos sencillamente seccionado en partes un texto más amplio. Pero me parece que el lector de la primera parte va a encontrar en ésta una exposición más dinámica, más viva, entre otras cosas porque ya estamos en materia y no necesitamos repetir las pormenorizadas descripciones de personajes y antecedentes que se dio en aquella
¿En qué momento empiezas a pensar en tus lectores, en ese largo peregrinar que supone escribir una novela histórica?
Yo creo que en todo momento el autor piensa en sus lectores, se crea y se escribe con ánimo de que alguien lea lo escrito y lo aproveche. Si bien es cierto que muchas veces nos apartamos de las auténticas necesidades del público. Pero, ¿de qué público?, ¿es posible contentar a todo el mundo?
¿Qué razones darías para no dejar de leer tus novelas?
Bueno, pues que aquellos a los que les gusten las epopeyas medievales van a entretenerse con ésta e incluso disfrutar un montón, a poco que pongan de su parte dejándose arrastrar por la narración.
Además de estas dos novelas históricas, tienes otros trabajos inéditos, especialmente relatos, ¿cuándo los veremos en las librerías?
Es verdad que también tengo una colección de relatos breves fruto sobre todo de mi obligada actividad en
Desde tu punto de vista, como autor dedicado a la ficción partiendo de la realidad histórica, ¿qué utilidad tiene
La misma que en todas las épocas; fundamental la palabra escrita, más aún que la oral, representa la plasmación del pensamiento humano a nivel universal, y por tanto el océano donde bebe el espíritu del hombre.
¿Qué pretendes transmitir con tu obra?
Lo mejor de mi mismo, y también de los otros, no cabe duda.
¿Qué esperas de
Seguir disfrutando con ella.
Para terminar, Antonio, ¿cómo ves el futuro del negocio editorial?
Para los autores sobre todo, negrísimo, cada vez resultará más difícil vivir de
Pues así sea, que te equivoques.
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AQUI ESTÁ LA INVITACIÓN. UN ACTO AL QUE NO PODEMOS FALTAR
